Quince: Just one day

350 59 39
                                    

[este capítulo contiene escenas sexuales]

Respecto a este capítulo, al ser una adaptación a un grupo de chicos tan jóvenes y teniendo conocimiento que hay personas que no se sienten cómodas con escenas sexuales, voy a adicionar avisos (a los que ya ha puesto la autora original), en lo que estrictamente es 🔞, sólo haré eso porque no es mi intención ni mi lugar hacer una edición o cambiar la obra original. Si te incomodan las escenas, sáltalas, si te incomoda el contenido en general, deja de leer. 

Muchas gracias por la comprensión y por seguir leyendo a pesar que me desaparecí mucho tiempo.


Cuando Jungwon terminó de hablar al respecto, Ni-ki se sentí tan abrumado que solo pudo llorar, sin decir nada, cubrió su rostro con sus manos y se dobló sobre su cuerpo para esconder su rostro entre sus rodillas, el Oráculo lo abrazó, prometiendo que todo iba a estar bien, que debía creer en él, debía confiar.

─Nada malo va a pasarte, Ni-ki, ni a ti ni a los que amas, en serio... Es la única opción─ dijo a su oído, de alguna forma su voz siempre sonaba calmada, por más que todo sonara tan mal─. Deberías volver con Jake, él está esperando─ añadió, y aquello lo había hecho reaccionar, asintió y se limpió las lágrimas rápidamente.

─¿Y él?─ preguntó el joven Dios─ ¿Él estará bien?

Jungwon sonrió un poco, le daba ternura que el menor solo se preocupa de él, porque Ni-ki nunca había hecho ninguna pregunta sobre sí mismo, sólo había cuestionado sobre aquellos que amaba.

─Jake estará bien, lo prometo.

💫

Ni-ki regresó aun con un vacío en el pecho, bajó del unicornio solo esta vez, y se despidió de Agust con pocas energías, no había nadie esperándolo fuera de la cabaña, ni siquiera Sunoo, cuando entró el castaño lo fue a buscar apresuradamente, agradeciéndole que volviera, por su expresión suponía que algo estaba mal.

Entró a la habitación apresuradamente, solo para encontrar a Jake abrazado al conejito dorado que él había dejado a cargo, estaba hecho una bolita en una esquina de la cama, el verlo llegar sonrió y extendió sus brazos hacia él, el conejito se separó para ir hacia él pero no le dio importancia, y fue directamente al Dios dueño de su corazón, Ni-ki saltó a la cama para abrazarlo con fuerza.

 ─Lo siento, lo siento, lo siento mucho, tardé demasiado, lo siento─ murmuró con un nudo en su garganta, sentía las húmedas lágrimas de Jake sobre la piel de su cuello y hombro, allí donde el mayor estaba escondiendo su rostro.

─Y-ya estás aquí... ¿Qué más da?─ habló con dificultad, su voz sonaba ronca y quebrada.

─¿Qué te duele? ¿Qué pasa?

─Y-ya está... Ya se fue─ dijo, sus manos se aferraban a la pequeña cintura de aquel bello Dios, y de nuevo, por su tacto, ya no sentía dolor─. Sentía como si... Me golpearan por todos lados, y que me quemaran también.

─Que maldito desgraciado─ dijo Sunoo muy molesto, pensando en el Creador. 

─¿Qué te han dicho?─preguntó Jake─ ¿Qué te dijo el Oráculo? ¿Qué va a pasar?

Ni-ki se mordió el labio, sabía que Jake le preguntaría aquello, y Jungwon también lo sabía, por lo que le había dado una respuesta para darle cuando preguntara.

─Dijo que Heeseung pronto iba a terminar con las Catástrofes, porque ya está llegando a un límite y él lo sabe─ dijo─ Todo va a terminar pronto, y todo va a estar bien.

La Tierra de los Dioses Muertos [Jakeki]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora