Almas parecidas y vidas diferentes...
21:00 pm Grecia (Atenas).
Habían pasado alrededor de dos horas viendo la hermosa vista que daba a la cuidad, acompañada de una botella de vino añejo y una copa a medio llenar, acurrucó sus piernas mientras meneaba la copa con licor entre sus manos y se deleitaba del exquisito olor que está emanaba.
En sus ojos se reflejaban las pequeñas luces de colores que casi todas las noches atraía sus ser, sin duda era la mejor vista que para ella pudiera existir, le traía paz la soledad de sus apartamento oscuro a sus espaldas y el toque místico del estar sola en una noche como esa era capaz de llenarla.
Suspiro. Tomó el líquido en el interior de la copa y entonces se levantó cortando el encanto mágico que estaba sintiendo hace un rato, sus piernas entumecidas eran la clara evidencia de todo el tiempo que había pasado hay sentada. Sintiendo el suelo frío ante sus pies, su piel se erizo completamente y un escalofrío recorrió su cuerpo.
Amara Paso a su habitación donde de nuevo sintió las los tejidos de las sábanas de su cama tan suaves que cualquiera que durmiera en estás caería rendido en los brazos de Morfeo en cuestión de segundos, pero como nada inusual estás se encontraban frías. Acaricio sus antebrazos mientras se levantaba por cobijas más gruesas para taparse en una noche tan fría como esa, nada nuevo para su estilo de vida.
Las calles tan oscuras y peligrosas, fachadas chorreadas y un ambiente tempestuoso del otro lado de la ciudad eran la muestra perfecta de la diferencia de la clase social de aquel barrio, que por alguna razón parecía el ideal para cometer cualquier delito que sin testigos pudiera quedar impune, pero a ninguno de los presentes de aquel agujero negro de bailarines y alcohol en exceso era lo más importante, ninguno de los clientes pensaba en las circunstancias de aquella vereda, todas sus vistas estaban concentradas en aquel chico que con movimientos sensuales les hacía olvidar hasta su nombre, el bullicio de la gente de todos los géneros quienes aplaudían su hazaña era como inyectar adrenalina pura a sus venas, porque vamos, un buen público logra animar a cualquier artista.
El sudor recorría su cuerpo agitado que para el era signo de ya no podía más, para todos los demás era la mejor imagen en sus mentes corrompidas, ver y no tocar era la ley de aquel lugar, a menos que el dueño del cuerpo decidiera cobrar por algo más.
Todos los presentes gritaban de cuanto elogio se les podía ocurrir, desde el más decente hasta el más bajo y sucio. Pero entonces todas las risas y aplausos se detuvieron en cuanto vieron a su objeto de deseo retirarse del escenario.
El peli negro curvo sus labios en una sonrisa nerviosa al ver tal revolución y procedió a bajarse del podio lo antes posible chocando su hombro por descuido en uno de los pasillos con otro chico que lo miro con ímpetu e inalcanzable odio. sus rasgos griegos se marcaron aún más cuando vio a su contrincante, un poco más alto que el y sin duda fornido, llevaba puesto su traje de baile listo para salir al escenario y darla toda pero los Vítores de la gente no pedía otra cosa más que a jungkook.
Mal comienzo, ganar la envidia de sus compañeros en los primeros días de trabajo.
Llego hasta su camerino dónde cambio su ropa y recogió sus cosas para irse a casa, tomaría una ducha relajante estando en un lugar donde no hubieran personas detrás del otro lado de la puerta esperando cualquier descuido para entrar y hacer sus propuestas indecentes al bailarín.
Que más podía esperar siendo un stripper, no toda la gente elogiaba su trabajo, la mayoría del mundo menosprecia el oficio alegando que es para prostitutos, aquellos que no conocen la palabra pudor y sin sentido de pertenencia. Comentarios que el no pensaba lidiar así que por precaución mantenía su labor en secreto.
Llegó a su apartamento donde sin pensar cruzó entre todos aquellos botes de pintura y caballetes con obras a medio terminar y se abrió paso hasta su habitación donde casi al instante callo rendido del cansancio.
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Arte & Danza [jungkook]
RomanceUna marcha sin fin de sentimientos y un volcán en erupción es lo que produces en mi corazón, tan caliente como este mismo pero a la vez tan sensible que siento que con el mínimo toque puedo lastimarte. Quisiera estar contigo sin engaños o que cualqu...