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-¡Estoy en Canadá, y sigo viva!

-Verónica deja el drama, no fue tan malo.

-¡Cheryl, sabes que me aterran los aviones!

Giro hacia la sección de equipaje donde Toni habla agradablemente con un sujeto, y el trato me resulta extraño.

-¿Quiene es ese?

-Cheryl, deja de sobreprotejerla, Toni ya no es la pequeña de 5 años a la que tenías que defender -Verónica silba- y ese chico tiene cara de segundas intenciones.

Aprieto los puños al ver como le sonríe a Toni y no me limito. Camino hacia ellos sin apartar mi mirada del pelinegro.

-¿Interrumpo?

Ambos giran y me miran sin entender.

-Oh Cher, él es Jughead Jones

-¿Jughead?

-Jugh para los amigos.

-¿Recuerdas el chico que me quitó mi peluche?

-Como olvidar a ese mocoso.

-Aush, ese mocoso se sintió ofendido.

Miro al chico de gorro sonreír con picardía.

-¿Tu...?

-Yo -afirma- y por lo que me ha dicho Toni, tú eres las niña aterradora que me revolcó en el lodo.

-Cheryl Blossom -hago una pausa y lo analizo. El chico era carismático y chispeante, y sin duda muy atractivo- ¿como supiste que era él?

-Oh, él me reconoció.

Jughead se encoge de hombros y baja la mirada.

-Debía pedirte disculpas

-Eramos niños, no tiene importancia.

¿Enserio Toni acaba de decir lo que creo que dijo?

-¿¡Qué no tiene importancia!? ¡Te hizo llorar!

-Y me avergüenzo por eso... por eso quiero enmendar mi error.

Me cruzo de brazos no muy segura de sus palabras.

-¿Cómo supiste que Toni era esa niña? -lo interrogo de mala naga.

-No podría olvidar una cara tallada por los ángeles.

Ruedo los ojos sintiendo arcadas por su comentario ¿era necesario ser tan empalagoso?

-¿Qué se supone que haces en Canadá?

-¡Es lo más loco Cher! ¿Recuerdas la cabaña a los pocos metros de la de mis abuelos?

Asiento sin entender.

-Pertenece a mi familia, y decidí pasar aquí un tiempo -explica con simpleza. Mira a Toni y sonríe- y sin duda tomé la mejor decisión.

-¿Que coincidencia, no? -suelto con arrogancia ¡idiota!

-El mundo es un pañuelo.

-Y que lo digas. Un apestoso pañuelo -sonrio intentado ocultar mi disgusto y me centro en Toni- ya debemos irnos, Elizabeth no tardará en llegar.

-¡Bueno pero podemos irnos juntos, tengo que coche aquí mismo!

-Oh, no queremos molestar.

Toma la mano de Toni y la mira a los ojos con expresión romántica.

-No eres ninguna molestia.

Doy un manotazo a su mano y ambos giran sorprendidos de mi acción.

-Si ya terminaron de flirtear, vámonos. Ya quiero llegar a la puta cabaña.

Follame // ChoniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora