La fisura

Capítulo 3: Respuestas

Pasó un mes desde la muerte del padre de George, y con el paso del tiempo la desaparición de la depresión en George se iba haciendo presente, gracias a por fin haber logrado entablar una relación de amistad con Jane, con la cual estuvo hablando y cogiendo confianza. Sin embargo, la necesidad de encontrar al asesino de su padre seguía permanente, probó a intentar descodificar la clave de acceso con varios intentos, hasta que finalmente el ordenador le advirtió que si fallaba un intento más el ordenador se bloquearía.

Era un fresco, pero agradable día de Noviembre, George se encaminaba a la puerta de su instituto donde se encontró con Mike.

-Hey George ¿Qué tal?

-Muy bien tío.

-Cómo has ido evolucionando con la Jane ¿Eh? Ahora ya eres un Homo-erectus.

-Ya estamos atribuyendo términos que no sabemos.

-Tío porque sea de letras no significa que no entienda algo de ciencias joder. Bueno, ¿Qué tal intentando descifrar la clave del ordenador de tu padre?

-Bah, fatal, me ha advertido que si hago algún intento erróneo más se bloquea.

-Jope... Si supiera algo de informática te ayudaría tío, pero es que ni idea.

-No te preocupes, estoy seguro de que le encontraré solución.

De repente una chica de media estatura, de un brillante pelo rubio y unos ojos azules como diamantes se dirigió hacia George y Mike.

-Hola Jane-. Dijo Mike.

-Hola Mike, hola George.

-Buenas.

-Oye George, tengo que hablar contigo, verás es sobre lo de la clave de tu padre- Mencionó Jane con un tono tranquilizante.

-Te escucho.

-Verás, una vez tuve un novio que dedicaba a enviar fotos mías que iban solo dedicadas a él, entonces pedí a mi primo, que es informático, que me enseñara a como poder averiguar la contraseña de acceso de un ordenador mediante una serie de códigos que insertaba en el sistema del ordenador, entonces así pude entrar en el ordenador de mi novio y borrar aquellas fotos. Entonces no te dije esto cuando me lo comentaste ya que aún no tenía la confianza suficiente como para pedírtelo y entrar a tu casa, ¿sabes?

-Entiendo, pues esta tarde mismo podrías pasarte por casa, no sabes lo muchísimo que te lo agradezco Jane.

Jane soltó unas risitas-No es nada hombre.

-Joe que guapo, ¿puedo venir?-.Exclamó Mike

-No veo porque no, pero a saber lo confidencial que puede ser la información que hay ahí, aunque no creo que ya pase nada.

El día pasó a una velocidad de vértigo, y la tarde pronto llegó, los tres amigos se dirigían a casa de George. George por fin encontró lo que se hallaba buscando: Respuestas.

Al abrir la puerta nadie se encontraba en casa.

-¿Estás solo en casa?-. Preguntó Jane.

-Esta semana sí. Mi madre se ha ido por temas de trabajo, pero así mejor, no creo que me hubiese dejado que vosotros lo vierais.

Los tres compañeros se dispusieron a subir las pequeñas escaleras de madera, para por fin adentrarse en el despacho del padre de George.

-Bien, vamos allá-. Dijo Jane.

Jane encendió el ordenador y comenzó a meterse en una serie de sistema de lenguaje informático donde comenzó a introducir códigos hasta llegar a la contraseña. Mike y George estaban asombrados al ver la agilidad de Jane con el ordenador.