CAPITULO 2

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Los Angeles, 29 de Junio 2021 

Caleb

Observo cómo el humo de cigarro impregna toda la habitación y decido levantarme para dirigirme hacia el balcón de la habitación, aunque este vicio no lo pueda dejar, detesto que mis cosas huelan a nicotina.

Volteo hacia la cama cuando percibo movimiento en ella, es Neivy Grimaldi, se puede decir que somos amigos desde hace ya 2 años, la conocí en una campaña publicitaria de ropa interior, pues aparte de ser futbolista hago una que otra colaboración con marcas reconocidas y ella sí es modelo el 100% de su tiempo.

Nei ha permanecido a mi lado a pesar de las grandes desgracias que han impactado en mi vida profesional, nunca he querido formalizar debido a que mi trabajo me tiene viajando todo el tiempo, pero de vez en cuando nos acostamos sin compromiso.

Soy jugador profesional en el equipo de soccer Manchester United o lo era hasta hace alrededor de 3 meses que sufrí una lesión en un partido de semifinales, en una jugada donde yo tenía el balón y estaba a metros de poder posicionarme para enviar el balón al arco, sufrí el momento más doloroso de la puta vida, uno de los jugadores rivales al querer evitar el evidente gol que iba a anotar se barrió en la cancha logrando que su pie impactara directo en la parte externa de mi rodilla derecha.

Literalmente escuché como un "crac" salía de mi rodilla, eso no me daba buena espina el dolor me recorrió el cuerpo entero y en efecto, cuando el medico me revisó de manera inmediata me llevaron a un quirófano, como consecuencia debo permanecer mucho tiempo en rehabilitación para volver a ser el capitán del equipo o simplemente regresar a las canchas.

No es que no pueda caminar, de hecho, lo hago y pudiera hasta trotar, el problema radica en los ejercicios pesados de los entrenamientos y ni hablar el poder exponerme a una segunda lesión, eso ya sería letal para mí.

- ¿Qué haces cariño? Son las 2 a.m. ¿te duele algo? – la pelinegra se levanta y camina desnuda hacia mi sitio, está un poco despeinada debido a la follada que tuvimos tan solo hace un par de horas.

-Estoy bien, de hecho, creo que Víctor te está esperando abajo, te puede llevar a tu casa – le respondo con indiferencia, me hastía el que a cada nada me pregunte que, si estoy bien, no soy débil y no quiero que nadie me compadezca, y la verdad no tengo idea de qué continúa haciendo aquí. Observo como se endereza y regresa a la habitación para recoger sus cosas y a los pocos minutos escucho el portazo de la habitación.

Se que ella siempre ha querido más, y por un tiempo lo llegué a considerar, pero por muchos motivos no quise hacerlo formal, no me acostumbro a estar con una sola mujer, mi trabajo no me lo permite y simplemente no se me da la gana.

Apago el cigarro y regreso a la comodidad de mi cama, logro conciliar el sueño por unas cuantas horas hasta que un ruido comienza a tornarse un tanto fastidioso, sé lo que es, tengo un tono de llamada especifico para mi mánager, Eliad quien además de trabajar conmigo es mi mejor amigo. Lo ignoro porque el reloj de la mesa de noche marca las 5:00 a.m. y no tengo rehabilitación hasta las 8:00 así que consigo silenciarlo y caer nuevamente en un sueño profundo.

- ¡Abre la puerta imbécil! – escucho ahora como golpean la puerta de mi departamento. Y claro que es Eliad... - ¡Te tengo noticias importantes, te conviene pedazo de culo!... oh buenas tardes, señora que tenga buen día y Dios la bendiga... - lo escucho decir un poco más bajo y después hay silencio, me levanto para ver que pasó hasta que... - ¡Abre la puerta cabrón! ¡Me haces pasar vergüenza con tus vecinos! – grita mientras sigue golpeando la puerta.

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