Ta potente.

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Un rayo cayó a la distancia. El trueno no tardó en escucharse. Los velociraptores estaban muertos, habían hallado su final ante increíbles guerreros. Pero las cosas no estaban ni cerca de calmarse.

Después de tanto tiempo volvían a encontrarse. Lin Wong no podía creerlo, ahí estaba él. Martín estaba ahí, en ese preciso instante, en esos momentos que el mundo parecía llegar a su fin, ahí junto a ella.
Y a Xavier no le agradó mucho aquello.

La maid con el rifle Winchester había quedado asombrada por la forma en que ese sujeto había aparecido. En cómo con unas patadas voladoras de lucha libre mató a un dinosaurio. Y al parecer, la joven con la que había entablado amistad esa tarde lo conocía. Vio el rostro de sopresa de él, vio el rostro de sopresa de Lin, vio la expresión hostil del coreano, y pudo entender qué pasaba ahí.

Al lugar llegaron poco después otras personas. Estos venían con Martín. Una de las chicas llamó la atención de Ximena porque traía el mismo peinado y color de cabello que la protagonista de un anime que a ella le gustaba mucho.

Es como Sailor moon, pensó.

—Vaya, Lin, ha pasado tiempo, eh —habló Martín.

— ¿Qué, qué haces aquí? —Preguntó la joven china muy nerviosa.

—Ah, casi nada, sobreviviendo. Ja, ja, qué pequeño es el mundo.

—No hay lugar para ambos de lo chico que es.

Xavier Park desenfundó su espada y Lin se sobresaltó. ¿De verdad tanto lo odiaba?
Bueno, Lin sabía que todo era culpa suya.

— ¿Es en serio?

La ironía podía notarse en el tono de Martín que luego se puso en guardia con sus puños. El mayordomo apuntó uno de los rifles contra el grupo de desconocidos.

— ¿Por qué no mejor guardas esa espada, Xavier? Te vas a lastimar.

—Martín, no arreglas nada con eso —Lin tomó la palabra, quedaba claro que él seguía siendo el mismo cabron de siempre—. No es momento de pelear entre nosotros, ¿Acaso no ven lo que está ocurriendo? —Señaló alrededor.

— ¿Qué propones, Lin, que unamos fuerzas para tratar de salir de aquí? No va a funcionar, ese idiota me quiere bien muerto, y ya la jodió una vez? ¿Ni eso puedes hacer bien, no puedes siquiera matar a alguien por la espalda?

El grandulon no dejaba de retar a Xavier.

— ¡Esta vez no voy a fallar!

Cargó hacia el frente contra su rival. Este dio un paso hacia un lado esquivando el filo.

—Lento.

Le dio un karatazo en la nuca y Xavier se fue de bruces al suelo. El mayordomo se veía tentado a disparar, pero sabía que aquello había sido una imprudencia del coreano.

— ¿Qué rayos les pasa? —gritó Lin furiosa.

—Vivirá —dijo Martín con desdén—, aunque vaya que es un estorbo.

Una patada se dirigía a la cara del tipo pero la detuvo con una mano. Lin volvió a ponerse en posición, dispuesta a defender el honor de su novio. Saltó con otra patada que él volvió a bloquear con el antebrazo. Martín se hizo a un lado dándole oportunidad a Brandy que lanzara su puño en resorte que impactó el abdomen de Lin. La china acabó en el piso doliendose.

Nunca creyó que alguien pudiera lastimarla, nadie podía hacerle eso a los principales.

— ¡Maldita!

Juego de ñoñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora