★Five★

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28/11/2019
5:46 PM
·Starr City·
Dos meses habían transcurrido del viaje del padre de los pie pequeño, estaban aterrados, buscando donde se pudo haber metido, indagaron y le consultaron a todo el mundo, hasta que llegó el momento que más le pesaba a Leon, preguntarle por Bo al mítico moreno pelimorado, los castaños llegaron a la mansión Mithic, tocaron la puerta, esperando que hubiera alguien en casa, siendo el ojeroso quien abrió la puerta, Nita salto a abrazarlo pues estaba muy abrumada por toda la situación
tanto así que sus ojos empezaron a derramar lágrimas mientras lloraba dando gritos, algo que aturdió al mayor, el cual solo acepto el abrazo de la chica en lo que llamaba a su hermana mayor.
-Ta...tara- trataba de gritar para llamar la atención de su hermana pero estaba tan ensordecido por el llanto de la castaña que solo hablaba en susurros, Leon vio esto y, armado de valor se adentró a la mansión, llamando a la escaramuzadora, la cual se acercó con furia en su mirar con intensiones de hacerle algo al castaño.
-E-ESPERA NO! TARA!- mientras miraba hacia el suelo, haciendo que la mujer parase, recuperando la compostura
-Qué quieres- dijo con máxima frialdad
-Perdoname por haber invadido asi tu hogar pero- Dijo antes de ser interrumpido por la más alta
-Bo se marchó hace dos meses, estás asustado y quieres saber si yo o Sandy sabemos algo?- Dijo atinandole a todo
-Como sab- volvió a ser interrumpido, estaba furioso pero le tenía mucho a la enmascarada como para poder reclamarle algo
-Soy una Mithic, cuando queremos saber algo, nuestros poderes bastan- Dijo con elegancia, algo que dejó deslumbrado al castaño
-ademas, necesitamos que nos ayudes con Nita- Concluyo avergonzado
-Necesitamos?- cuestionó, pues no estaba segura de quien se tratase
-Sandy y Yo- la mujer volvió a tener ese impulso de golpear al menor, aunque con la diferencia que está vez si se contuvo.
El pie pequeño y la Mithic fueron hacia el problema, separando a la osezna del ojeroso, el cual estaba quieto, no emitía ningún sonido, su hermana le revolvió los cabellos, haciendo que el contrario se diera cuenta que ya no tenía a la castaña abrazándolo y gritando mientras lloraba.

Calmaron a la chica, los sentaron en un mueble crema con algunos detalles dorados para luego consultarles del tema, ahora, el que había empezado a sollozar era el menor de los mellizos, el cual estaba tapándose la cara con vergüenza, quería seguir al margen con los mithics pero el universo se lo impedía, primero con ese castigo, luego, encontrarselo por la noche, para al final, buscar su ayuda por la desaparición de su padre, su orgullo estaba agonizando gracias al mítico ojeroso.
-Entonces... El señor Bo no está... Y necesitan que nosotros descubramos donde se encuentra...- dijo el pelimorado reflexionando mientras parecía estar pensando en algo
-Bien! Entonces necesitamos algo de valor para el- respondió la escaramuzadora tranquilamente, parecía que no le importaba, mientras que internamente estaba llorando por el bienestar de uno de sus compañeros de batalla

-aqui tienen...- la castaña había preparado algo para la sesion, era su gorro de águila, el padre de los mellizos no se lo había llevado ya que se lo había olvidado, los hermanos míticos tomaron el gorro con cuidado mientras empezaban a decir unas palabras inentendibles para los contrarios, se empezó a crear una esfera brillante alrededor del objeto, los hermanos pelimorados tenían los ojos cerrados, parecían muy concentrados, luego de algunos minutos el menor, Sandy, abrió los ojos aturdido y con la respiración acelerada lo que hizo que su hermana perdiera la ilación y concentración, por lo que el objeto cayó al suelo, siendo levantado a los segundos por la mayor de los castaños, El pelimorado estaba realmente conmocionado por lo que habían logrado recopilar "el señor Bo... Esta... Muerto" se dijo para si mismo, estaba con los ojos abiertos como platos mientras temblaba.

-Que paso Sandy?- le dijo la mujer
-Yo... El señor Bo está muerto...- Susurró, estaba rascando sus brazos con nerviosismo mientras que los mellizos lo miraban confundidos.

-Sandy?... Sabes algo?...- dijeron al unísono, se les notaba lo nervioso.
El ojeroso se disculpó para luego marcharse, finalmente se encerró en el baño. Por su parte los castaños recibieron la noticia de parte de la mujer mítica, ambos estallaron en llantos, el pensar que ahora volvían a ser huérfanos, el que habían perdido a su padre, el hecho que ahora estaban solos...

Se abrazaron entre ellos, la mayor de los mellizos le agradeció por la sesión a la mujer, mientras que el menor se acercaba a la pared más cercana y le daba un golpe tan fuerte haciendo que sus nudillos empezarán a sangrar, lo que le causó dolor físico a este.

Pasaron algunas horas más, los piepequeño se marcharon del lugar devastados, llegaron a su hogar y se encerraron en sus habitaciones, así transcurrió una semana, los jovencitos no querían salir, menos el encapuchado, la ozesna era la que llevaba comida a su puerta, con el paso del tiempo se les hizo costumbre, hasta que llegó el día del velorio, no querían ir pero necesitaban hacerlo, ya habían encontrado el cuerpo de su difunto padre, se vistieron, en sus rostros se notaba el dolor, lo único que pudieron hacer fue llorar, abrazar el ataúd que traía el cadáver, sentían su mundo desmoronarse,
sentían que no podrían hacer nada más que... Terminar con su vida...
Felizmente esos pensamientos habían sido interrumpidos por la voz del ojeroso.

-Hola Nita... Hola Leon... Lamento lo que están pasando les ofrezco mis más sinceras condolencias...- dijo tratando de no sonar frío, cosa que por primera vez resultó un éxito, siendo notado por los hijos del difunto, los cuales lo abrazaron, el que estuvo muy pegado al pelimorado fue el más bajito, se negaba a soltarlo, cuando estaba al lado de el sentía que todo mejoraría, por más que pareciera todo lo contrario.

-Losiento... Te estoy mojando con mis lágrimas...- se disculpó el castaño, aunque al más alto no le importaba ya que quería ver a su amigo más tranquilo, parecía que el tiempo se había detenido... Sentía su corazón palpitar más de lo normal debido a lo maravilloso que se sentía ayudar a los demás sin esperar nada a cambio, con el castaño todo sería posible.

Pasaron las horas, había empezado a llover, el adormilado jovencito invitó a los mellizos a quedarse en la mansión Mithic para poder estar más cómodos y tratar de pensar con mas claridad que se haría ahora.

-No gracias Sandy... Es muy amable de tu parte pero... necesitamos pensarlo a solas... Igualmente te lo agradecemos- Dijo la mayor mientras su hermano tenía la cabeza tumbada sobre la lápida de su padre, ahora tenía la mirada perdida, estaba temblando e intentaba abrazar a la placa de piedra. Cuando la mayor vio esto, se arrepintió de haberle negado la invitación al más alto.
-Lamento el cambio repentino de opinión pero, todavía podemos aceptarlo?- consultó avergonzada.

-Si, normal Nita... Entiendo...- respondió con su voz serena de siempre -Vamos, ahí les presto algo para que se vistan- Dijo mientras cargaba al encapuchado en su espalda, quería que se sintieran lo más cómodos posibles, para que no tengan ninguna conducta dañina para la integridad física de estos.

«★My Lovers Boys★» //Leondy// //Editando//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora