¿Listos para conocer a los abuelos?
1991
—Norma, nos vamos?
—Ya voy Isaac, solo estoy empacado unos tuppers.
—Apresuratee, el avión sale en una hora, no llegaremos a tiempo.
—Tranquiloo Isaac, ya voy.
***Media hora después de salir de la Mansión***
—¿Todo Bien Isaac?—Norma, los frenos no agarran.
—¿Que? Estas loco!!! Te dije que revisaras el autoo.
—Y lo hice, trataré de parar lo mas antes posible, mientras ruegale a Dios para que no se nos atraviese una fila.
—Allá!!!! Allá hay una arenera para autos sin frenos, aayy gracias al Cielo.
—Ufff, en hora buena!
—Listo, iré a revisar el motor.
—Bien, hazlo.
—Madre Miaa, alguien corto el cable de frenos justo antes de que saliéramos.
—Como? Quien haría eso?
—Pues, no lo sé, es prácticamente imposible, ya que revise el auto antes de salir y los frenos estaban en perfecto estado.
—Resuelvelo! Se oscurese.
En ese momento alguien con un sombrero muy grande y pantalones vaqueros se paro enfrente de nosotros.
—Oigaaa!! Heeey!! Nos ayuda? Nos han cortado el cable de los frenos, ayuda.
—Buena Tarde, Señores Sánchez.
—¿Queeee? Como sabe nuestro apellido.
—¿Quién eres?
—Parece que ya se han olvidado de mi Norma e Isaac.
—¿Queeee?
—Solo han pasado tres años y ya no me recuerdan?
—¿Quién eres y qué quieres?
—Espera, Isaac, el fue quien corto el cable de los frenos, fue el.
—Bingo Suegrita.
—Aaahhh, ¿Francisco? Que está pasando?
—Ustedes dos vienen conmigo...
Francisco nos encerró en el auto alterno que llevaba, al llegar al destino nos bajo.
—Norma, Isaac. Tenemos que hablar.
—¿Que Pasa Francisco. Porque nos has traído acá?
—Necesito las escrituras de la Mansión Sánchez; desde ahora todo su patrimonio me pertenece para que Ethan siga con el Legado Sánchez, pero aquí lo tengo que romper.
—De qué estas hablando?
—Me van a hacer heredero absoluto de todos sus bienes y una vez hayan hecho eso, yo me encargo de que Ethan sea el próximo heredero pero de una nueva generación. Y simple, si no lo hacen.... Los mato.
Francisco sacó una pistola de él cinturon de su pantalón apuntandos, Norma empezó a llorar y se puso muy isterica.
—Después de que me entreguen las escrituras y sus bienes, tendrán que firmar un pacto de sangre, donde asegura que ustedes dos, no van a decir absolutamente Nada de lo que está ocurriendo.. Si algo de esto se sabe, mis hombres los perseguirán hasta matarlos. Asique más les vale renunciar a todo y llevar una nueva vida en el asilo donde los internare, o su miserable vida de ancianos.
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GEORGIA
Mystery / ThrillerAllí estaba yo, con poco aliento, mi pecho se inflaba en periodos muy cortos de tiempo, creía que era el fin, que esta vez sí era el fin. Y probablemente lo sea, escuchar consejos siempre me había resultado muy díficil, Talvez era hora de pagar por...