No sabia realmente lo que pasaría, no sabia cual seria mi destino; el impacto que todo tendría en mi. Todo había sido predecible y estaba perfectamente en orden tal cual debería de ser, sabia cual era mi propósito.
Hasta esa noche...
En que momento...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-¡Es que estás loca!.- es lo primero que me grita mi muy querido Scott después de que le contara lo que ocurrió ayer a la salida.
-Cálmate.
-¡¿Cómo quieres que me calme!?.- me interrumpe completamente nervioso, algo muy poco común en el, normalmente soy yo la que se estresa fácilmente.-¡La chica de la cual estoy completamente enamorado se sentara con nosotros en el almuerzo!.
-Wow así que te gusta.- sonrío con burla mientras toco sus costillas.
-Jade.- me recrimina completamente serio.
-Está bien.- levanto los brazos como signo de derrota.- Lo siento ¿Ok? Pensé que te daría gusto saber que Venus estará con nosotros.- suspiro.- Además no me gusto la manera en la que la encontré ayer, realmente estaba muy triste.
-Lo siento.- se sienta junto a mi.- No es que no me dé gusto, es solo que nunca he tenido la oportunidad de hablar con ella y me encuentro nervioso.- asiento, sé que es verdad, reamente le gusta esa chica y esta es mi oportunidad para ayudarlo.
-Descuida ya verás que es una chica increíble.
Ayer ya no tuve la oportunidad de hablar con Scott, pensaba decirle lo que ocurrió con Venus y su hermano, la verdad no creí que realmente se pusiera así de nervioso, es divertido no lo niego.
-Vamos.- nos levantamos en cuanto escuchamos el timbre de entrada.
-Si me llego a desmayar será tu culpa.- sonrío.
Las primeras horas de clase pasaron bastante tranquilas, más que nada porque no llego a la escuela cierto chico, Exen no se presento a clases lo que me tiene más tranquila porque no tendré que preocuparme de que arme un numerito por estar con Venus.
La hora del almuerzo llega rápidamente, Scott me está esperando en la entrada de la cafetería y lo puedo notar más inquieto de lo normal, es demasiado divertido y al mismo tiempo bastante tierno. Scott no es como los demás chicos que solo quieren pasar el rato, el se toma las cosas en serio y sabe darle el lugar a quien lo merece.
-No es justo que tomaras la ultima galleta de arándanos.- le reclamo una vez tomamos nuestras bandejas y nos sentamos.
-Te lo mereces por el aprieto en el que me metiste.- pongo los ojos en blanco.- Además es mi galleta favorita y nada ni nadie me apartara de ella.
-Scott no seas ridículo.
-Te juro que si...
-Hola.- saluda una dulce voz interrumpiendo lo que iba a decir mi amigo, veo como poco a poco se va poniendo pálido.
-Hola Venus.- le saludo.- Déjame presentarte a mi mejor amigo Scott.- le señalo para que reaccione.
-Ho – hola.- se pone nervioso y no puedo evitar divertirme por la situación.
