Prólogo: El fondo

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Los gritos ensordecedores de la gente, el asqueroso olor a mugre de los desgastados pisos y rotas paredes y las tenues pero cegadoras luces de los techos. De eso estoy rodeado, siento un terrible dolor que recorre por todo mi cuerpo y pienso: "¿Por qué hago esto? Ah... es cierto, amo este dolor."

    Me levanto y veo a mi contrincante en guardia, sus guantes rojos tapan su cara. Dos pasos largos son los que me toman llegar hasta él. Hacia atrás, para arriba y a la izquierda... Así danza mi cabeza por los golpes que me proporciona. Veo todo borroso y en cámara lenta...estoy cayendo, estoy cayendo noqueado. Mierda, otra vez...una pelea más que pierdo.

     Es lunes, está nublado y mis cabellos revolotean al son del viento, mi ojo derecho esta hinchado y me duele a causa de las heridas de anoche y yo estoy parado frente a la puerta de la facultad sosteniendo mi mochila colgada de un solo hombro y pienso en porque sigo viniendo a este sitio que me desgrada tanto.

- ¿Otra vez peleando Briñón? – pregunta una insoportable voz detrás de mí.

    Doy un profundo suspiro, me doy vuelta y ahí está Alice Morgan. Ella es la delegada de mi curso, tiene la estatura de un estúpido oompa-loompa, un asqueroso pelo castaño claro, unos horribles ojos color avellana y un opaco bronceado.

-Me llamo Oliver. Deja de ser tan formal-. Digo poniendo mis ojos en blanco.

-Con el director... ¡AHORA! – Ordena señalando la puerta.

-Nah, creo que me iré a mi casa ahora mismo –. Digo mientras paso por su lado, luego de caminar unos metros me detengo. -Debe de cogerte muy bien para tenerte como perrita faldera o... ¿es que acaso te vino? – remato de espaldas.

    Reanudo mi caminata y la escucho refunfuñar, es gratificante...Lo único gratificante de mi vida.

- ¡Ya estoy en casa! – Grito al abrir la puerta.

    No hay respuesta, solo silencio, no se porque digo eso cada vez que llego a mi casa si nadie vive conmigo. Mi apartamento esta oscuro, lleno de ropa tirada y platos sucios en la pileta de la cocina. Entro a mi habitación, tiro la mochila al suelo y me tumbo en mi cama.

-Perdón... no sé si pueda lograrlo-. Musito para mi mismo mientras miro el tatuaje de búho en mi antebrazo izquierdo. -Dijiste que estaba destinado al éxito, que no estaba hecho para estar al suelo, ¿entonces por qué? ¿¡Por qué es donde caigo en cada pelea!? ¿¡Por qué estoy tocando fondo!?- grito para nadie mas que para mi mientras las lagrimas caen por mi mejilla.

    Las horas pasan y pasan entre llantos hasta que, con los ojos hinchados de tanto llorar me quedo dormido.

Hay vidas buenas y hay vidas malas. Lo importante es buscar un objetivo que nazca del odio, porque la vida no tiene sentido y solo así es como se lo das. Ese tipo de objetivos son los únicos que perduran en el tiempo, los nacidos de la felicidad no llegan a ningún lado solo al olvido nadie debería de tener objetivos así.

La vida...es una mierda.

    El aliviante barullo de los demás estudiantes, el hermoso gris nublado del cielo y el refrescante olor a lavanda del desodorante de piso inundando mi olfato. De eso estoy rodeada. Esta claro que no tengo que preguntarme porque estoy aquí en el colegio, lo amo. Amo estudiar y ser un ejemplo para los demás estudiantes, aunque eso conlleve que me odien y me molesten durante los recreos. Veo por la ventana del salón y observo que en el patio hay dos alumnos fumando, me preparo para ir a regañarlos pero un brazo me jala hacia abajo con fuerza. Es Katie mi mejor amiga, a ella no le gusta que me estrese tanto con mi rol como representante del colegio.

-Cálmate -. Me dice con una mirada seria. -No veo a Briñón aquí y hoy lo vi en la puerta. ¿Debo suponer que te insulto de nuevo? Porque te veo y me doy cuenta. - me observa arqueando una ceja.

    No puedo, no puedo aguantar. Me conoce bien, llevo aguantando las lagrimas mucho tiempo, Oliver Briñón lleva 2 años enteros molestándome y yo nuca le hice nada.

-Si -. Respondo con un nudo en la garganta y con lagrimas empezando a brotar de mis ojos. -No lo soporto más -. Confieso.

    Suena el timbre del recreo y veo a la gente salir mientras me miran y murmuran, cuando voy caminando por los pasillos del colegio me dicen cosas que me confunden, no entiendo nada. "lindos limoncitos", "no sabía que escondías a una pervertida debajo de ese uniforme", "Miren a la representante tetitas", decía entre otras cosas y el pánico comenzaba a apoderarse de mí, en ese momento llega Katie y me dice lo que más temía, fotos mías desnuda habían sido difundidas. Me las había tomado porque me sentía insegura sobre mi cuerpo. De un momento a otro se me viene a la cabeza quien pudo haberlas difundido.

-Oliver -. Menciona furiosa. -Fuiste demasiado lejos esta vez-.

   El viernes Oliver y sus amigos habían tomado mi celular y yo no me había dado cuenta. Al parecer encontraron mis fotos y se las enviaron a todo el mundo. Veo a mie mejor amiga irse corriendo a toda prisa y yo me voy al baño a la misma velocidad, tengo que llorar, necesito hacerlo. Mi vida esta arruinada.

    Llego al baño, me escondo en un sanitario y las lagrimas comienzan a derramarse a montones. Tenía miedo de que esto pasará, de que la gente se burlará de mi cuerpo y esta pasando. Ayuda, por favor, ayúdenme. Briñón ¿qué te hice? ¿Por qué me odias tanto? Katie me dijo que eras una buena persona, pero un día, al terminar las vacaciones, volviste así y eras irreconocible ¿Qué te pasó entonces? ¿Qué te pasó hace 2 años?

Hay personas buenas y hay personas malas, lo importante no es tratar de reconocer cual es cual. Lo importante es tratar de entenderlas y ayudarlas, porque ¿por algo son malas personas, cierto? Pero a veces la gente lo complica tanto que me hace pensar que mi visión del mundo es errónea. A veces desearía que todo fuese un poco más fácil estoy cansada de sufrir... La vida es una mierda.

Mi vida contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora