𝔻𝕚𝕒 19: 𝕄𝕒𝕗𝕚𝕒

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• Día 19

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• Día 19

Tema: Mafia.

Nota: Los personajes no me pertenecen, sino a Masashi Kishimoto. El escrito es completamente mío. Universo original de Naruto.

·•"La misteriosa dama de la mafia."•·

      El líder de la nueva mafia debe comprometerse pronto y si no lo hace, podría ser desheredado

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      El líder de la nueva mafia debe comprometerse pronto y si no lo hace, podría ser desheredado.

Se casará con la hija de Lord Orochimaru. Es lo más lógico, le conviene de todos los ángulos de los que mires la situación.

Pero él no es ingenuo, siempre puede esperarse una sorpresa por parte de

Shikamaru Nara...

El viento murmuraba su nombre, quería decirle algo, recordarle lo que debía hacer y así fue. Ya tiene en mente lo que hará ésta noche y se acerca a comunicárselo a la persona que está a su lado.

Ella se acerca a él y el azabache la toma de la cintura, apegándola a su cuerpo. Ella sonríe rodando los ojos y él, con una expresión seria, le comenta:— Sabes muy bien que odio a los mafiosos.— susurra a su oído.

La música sonaba por todo el terreno, un patio iluminado por luces tenues y decorado con adornos y telas blancas, negras y flores rosadas, blancas, negras y rojizas. Ambos se balancean al compás de la música en un rincón discreto, y ella aprovechó a devolverle el susurro. — Ay Nara, debes tener en cuenta que si no fuera por esos mafiosos que tanto odias, jamás me hubieras conocido.—

El Nara rodó los ojos y, algo ruborizado,  contestó — Hay bajas probabilidades de que la mafia comience a agradarme.— tomó la mano de la joven y le dió una vuelta mientras que ella, con elegancia, mantenía una tenue sonrisa de victoria en su rostro.

Volvió a tenerla en frente, los ojos verdes contemplaban cada parte de su ser con cuidado.

Volvió a tenerla en frente, los ojos verdes contemplaban cada parte de su ser con cuidado

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—¿Quién es esa dama?— preguntó el castaño a su amiga rubia.

—Nadie lo sabe. Apareció cual relámpago en la fiesta.— respondió la de ojos azules alejando la copa de vino de sus labios dejando la copa con una marca rosada.

—Pero me intriga que esté tan cercana a Shikamaru. —comentó el Akimichi. — ¿Tendrán alguna clase de parentesco?—

—Lo dudo. Ella es muy hermosa como para ser pariente de Shikamaru. — dijo la Yamanaka llevando su mano a su cintura, rodando los ojos, obviando así su respuesta.— Debe ser... No lo sé... Quizá su ligue de la noche.—

—Hay posibilidades de que así sea. A pesar de que se esté por casar, él no ama a su prometida, por lo que lo veo razonable.

Mientras que ambos comentaban acerca de la misteriosa dama, su amigo azabache platicaba con aquella elegante joven en una esquina del gran patio. La luna estaba hermosa esa noche.

Ella sonreía a cada rato, las ocurrencias del Nara le eran entretenidas. Él, en cambio, se mantenía serio en todo momento, de vez en cuando, dejándose dominar por la sonrisa de ella y su belleza.

Su cabello rubio, rizado, un poco arriba de la cintura. Sus ojos verdes los cuales eran tapados por una máscara, su delicada figura cubierta por un vestido grisáceo, algo escotado, largo, con una abertura que daba a relucir su pierna derecha. Sus labios teñidos de rojo pasión tan deseables. La delicadeza y belleza de aquella mujer era incomparable.

—Ya son las doce.— anunció el azabache mirando el reloj que tenía en su muñeca.

—Es el momento.— comentó la rubia.

El Nara asintió y se dirigió dónde el equipo de sonido. Solicitó el corte de la música por unos minutos y tomó el micrófono en manos.

—Buenas noches, damas y caballeros.— comenzó, todas las miradas fueron dirigidas a él.

La rubia de ojos verdes se recargó contra una pared, con sensualidad, observando en silencio al azabache mordiendo su labio inferior con algo de nerviosismo. Los ojos cafés se posaron en ella lo cual pasó desapercibido por el resto de la multitud.

—Esta noche es importante para mí y para la señorita No Sabaku. —anunció señalando a la mujer la cual salió de su posición y se adentró en el gentío para ir donde el Nara. Las miradas estaban sobre ella, sobre todo la de los amigos del Nara. El azabache la miró las ojos mientras mordía su labio inferior discretamente y ella sólo sonrió con sutileza, intentando tranquilizarse. — Los reuní ésta noche para comunicarles que ésta dama que ven aquí es mi prometida, No Sabaku Temari. —

La gente comenzó a murmurar al respecto. Cosas malas, cosas buenas, teorías, suposiciones acerca de la repentina declaración, entre otras cosas. La amiga rubia del Nara, Ino, se acercó a ellos. Se la veía confundida, no quería aceptar lo que ocurría.

—Shikamaru, ¡Ésto es una locura! ¡No puedes llegar de la nada con algo así!— exclamó.

—Entre los mafiosos no hay secretos.— acotó el Akimichi quién iba detrás de Ino.

—Pues ésto si lo era.— declara el Nara. — Éste matrimonio está arreglado para beneficiar a ambos clanes y, honestamente, ninguno de los dos está disconforme con el acuerdo —.

—Tomo la palabra y afirmo que lo que está diciendo el señor Nara es correcto. Mi padre, Rasa No Sabaku ha firmado un acuerdo con Shikaku Nara, ustedes deben conocerlo bien. Todo ésto fue hace unos cuantos años antes de la muerte de mi padre, desde hace mucho tiempo nos comprometieron y sin nuestro consentimiento por lo que nos han hecho conocernos hace un tiempo y nos han contado acerca de éste matrimonio. Por lo tanto, ni siquiera nosotros habíamos de saber sobre ésto.— explicó la mujer rubia.

La Yamanaka resopló al oír lo dicho por la No Sabaku y asintió repetidas veces. — Bien, ya he de entender. Me retiro a mi lugar, continúen con éste evento.—

—Les deseo bendiciones a ambos. Buenas noches.— se despidió el castaño.

—Todos menos eso.— murmuró la No Sabaku.

—¿Segura?— preguntó el Nara. — Porque contigo si tendría herederos.

—Eres un tonto.— rió la rubia con una sonrisa y un tenue sonrojo.

La gente los veía como una pareja feliz y, sinceramente, ellos lo eran. Servían para la mafia, sí, pero...

Si no fuera por la mafia, ¿Se habrían conocido?

¿Se amarían si no fuera por el oficio de sus clanes?

Exacto, nada sería igual.

Temari No Sabaku y Shikamaru Nara no serían la pareja perfecta que son ahora si no fuera por lo que más odian en éste mundo; la mafia.

Temari No Sabaku y Shikamaru Nara no serían la pareja perfecta que son ahora si no fuera por lo que más odian en éste mundo; la mafia

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Eh... reaparecí (?

En fin, ojalá les haya gustado. Voten, comenten, bla bla. Bai.

Nara Family || Nara Month 2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora