Kaeya no era del tipo que ignoraría los problemas hasta el último momento.
Esa es exactamente la razón por la que, cuando se dio cuenta por primera vez de lo que sucedió, frunció los labios con nerviosismo justo en el medio de la calle, olvidándose de su habitual sonrisa, y rápidamente se escondió de la vista del público en el techo de la catedral.
Sintió frío.
Parecía tan increíble y absurdo, que inicialmente atribuyó todo al viento; después de todo, Mondstadt nunca sufrió por su falta. Pero después de un par de minutos la sensación no lo abandonó, al contrario, se sintió simplemente helado. Más allá de todo porte, quería hacer algo que no había hecho en muchos años: abrazarse a sí mismo en un intento de gustar.
La Visión debería haber protegido a su dueño de las heladas y hacer que el cuerpo fuera inmune a cualquier clima frío. Y fue así, de hecho, desde esa noche más desdichada, cuando el mundo de Kaeya fue aplastado, y así sucesivamente. Hoy fue la primera vez que sintió frío: como si saliera en una tormenta de nieve solo con camisa.
Habría mentido si hubiera dicho que no lo esperaba. Toda su vida ha estado viviendo con miedo, sabiendo que el día llegará una vez, y su alma comenzará a congelarse. Incluso obtener una Visión no lo alivió de la ansiedad. No podía recordar los detalles con claridad, solo sabía que todos sus parientes terminaron como bloques de hielo.
Sin embargo, decidió visitar Sucrose o, en el peor de los casos, Barbara. ¿Quizás acaba de coger un resfriado?
Una fea voz interior susurró: "¡Sabes lo que es, no te engañes!" Y aún así, si había incluso un poco de esperanza, Kaeya estaba lista para aprovecharla hasta el final. No tuvo tantos momentos felices en su vida, no se consideró un héroe o, por ejemplo, una buena persona; pero él tenía sueños, metas, sentimientos también, después de todo, y seguramente no quería morir tan temprano.
Bajó a la entrada de la catedral y se topó con Barbara allí, con una linda sonrisa le pidió que lo inspeccionara. Aceptó su trabajo sin preguntas innecesarias: nada inusual, los caballeros de Favonious a menudo se lastiman en las batallas, el examen de los heridos era algo común para ella.
"¿Algo te molesta?" preguntó, sin embargo, cuando no ha encontrado ningún rastro de actividades de lucha.
Por un minuto el caballero reflexionó: ¿por qué no le dices la verdad? A pesar de ser muy joven, sus habilidades eran impresionantes y había una pequeña posibilidad de que pudiera haber encontrado algo similar.
'Tal vez, pronto me moriré de frío ', pensó Kaeya sin alegría, pero en su lugar dijo. "¡Para nada! Por lo general, Jean nos pide que lo revisemos, así que vine por si acaso ".
No tiene sentido asustar a la chica con sus problemas. Para un mejor efecto, Kaeya sonrió con su sonrisa especial de "todo es mejor que perfecto".
Incluso si la falsedad brillaba en su sonrisa, Barbara no se había dado cuenta de nada.
***
Los primeros días luchó con éxito contra el desagradable frío: estaba haciendo recados, charlando con los ciudadanos, sonriendo; y sólo a veces, cuando estaba completamente solo, podía permitirse frotarse las manos o encogerse.
El frío no ha estado causando problemas serios, así que Kaeya lo sabía, tenía mucho tiempo hasta ahora.
Partir con los caballeros al campamento de los monstruos, luchar, regresar y completar un informe usualmente tomaba todo el día. Pero Alberich lo soportó todo y nunca mostró descontento. Nadie vio nada, ni un solo alma viviente podría sospechar, que el portador de Cryo Vision se está congelando.
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*_FRIO_*
FanfictionKaeya estaba helado. Día a día, minuto a minuto, su corazón se enfriaba cada vez más. __________________ ¡ESTA ES UNA TRADUCCIÓN! Autor: instabilitatem Enlace al original: https://ficbook.net/readfic/10160536 (Cuando...