Principe malvado

1101 al 1110

Capítulo 1101: Sometiendo al Señor Demonio

“Tch, tu propio príncipe heredero también es extraordinario.  Si no lo quieres, dámelo ".  Bu Yaolian sintió que Mo Qian’er no sabía la suerte que tenía.

Su príncipe heredero era tan lindo que incluso Shao Zun le había dado un regalo de saludo.

Mo Qian’er se rió entre dientes.  "No."

Bu Yaolian se encogió de hombros.  "Multa.  Ahora también tengo un bebé, pero definitivamente será más normal cuando nazca ".

Debido a su aptitud, Bu Yaolian sabía que su hijo no sería sobresaliente.

No era tan capaz como Gu Bailu, ni tenía la noble Sangre del Espíritu del Dragón de Mo Qian’er.

“Ya tienes tan poca confianza incluso antes de que nazca el bebé, y estás tan segura de que darás a luz a un bebé normal.  Con la fuerza de Shao Zun, ¿cómo puedes dar a luz a un bebé así ...? Mo Qian’er la consoló.  “Pero el amo y yo dimos a luz a niños.  Sería genial si tu bebé fuera una niña ".

Bu Yaolian sonrió.  "Yo también lo creo".

"Solo me temo que a Shao Zun no le gustará una chica".

Bu Yaolian negó con la cabeza.  "No le importa si es un niño o una niña.  No quería que yo tuviera uno en absoluto ".

"De ninguna manera.  Shao Zun te parece muy amable ".  Mo Qian’er sintió que Su Shenfan fue muy amable con Bu Yaolian.

"Sí, pero hay algunas cosas de las que realmente no puedo hablar.  Olvídate de él.  Haré que los chefs le preparen la comida.  Debes haberte perdido la comida en la residencia del Príncipe Zi.  Gané mucho peso después de un mes.  No puedo evitarlo ".

Bu Yaolian ya no se atrevía a perder peso y Gu Bailu le había dicho que dejara el programa de adelgazamiento.

En cualquier caso, aunque Su Shenfan desdeñaba este cuerpo, no le disgustaba, por lo que Bu Yaolian lo dejaría por ahora.

Siempre que el bebé no se vea afectado.

Charlaron alegremente en la residencia del Príncipe Zi, mientras que en otros lugares, Gu Bailu no se sentía tan bien en la marcha de batalla.

Ya sea en su vida anterior en Heavenly Palace Cliff o más tarde en la era moderna, nunca había hecho algo así.

Solo entonces se dio cuenta de lo difícil que era.

Viajaron durante el día y acamparon por la noche.  La comida y los suministros no eran nada lujosos.

Gu Bailu había nacido con una cuchara de plata en la boca y estaba acostumbrada a vivir cómodamente.

Ella nunca había sufrido así en cientos de años.

Aunque ya era febrero, todavía no era primavera.  El paisaje a lo largo del camino no fue genial.  De camino a la entrada de Fiend's Lair en particular, se volvió cada vez más desolado.  En menos de medio mes, entraron en un desierto ...

La arena amarilla se extendía hasta donde alcanzaba la vista y el sol brillaba dorado.

¿Un desierto?

Gu Bailu le sostuvo la frente.  Este fue el verdadero comienzo de los días difíciles que se avecinaban.

“Mi señor, ¿puedo retirarme?  Extraño al príncipe heredero ".  Gu Bailu no quería sufrir.

Feng Qingtian le tomó la mano.  "Te enviaré de vuelta si quieres".

Tampoco quería que Gu Bailu sufriera.  De hecho, hacía tiempo que deseaba que volviera.