Capítulo 1, Heaven in Hell

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La luz naranja del atardecer se filtra por los ventanales del gran salón. Es una aula en forma de auditorio, de esas que serían consideran gigantescas de dónde vengo. Los escritorios forman columnas que descienden por peldaños hasta llegar al podium, donde se encuentra el Sr. Naroc.

 Él está limpiando los últimos rastros de la clase de hoy sobre las pizarras.

Es una hermosa vista. A través del vidrio el sol se oculta entra las nubes, sus rayos cortan las siluetas de las copas de los árboles e iluminan la habitación. El efecto que se ve es casi espectral, cálido y acogedor de cierta manera. 

Usualmente las cortinas están cerradas, pero hoy fue nuestro último día de clase. ¿Qué lo hizo diferente?Juliette le pidió al maestro si para la última hora podríamos ver el solsticio de verano. Extraño pedido, pero el Sr. Naroc es uno de los mejores maestros, y aquí estoy observando el atardecer cuando todos ya han dejado el salón.

Algunas avecillas alzan vuelo hacia el este, libres en en cielo se van formando una V inversa. Ahora en mi cabeza hay una pregunta: ¿acaso esto fue lo último que vio Dante antes de perderse en el bosque y entrar al infierno?

Siempre me he preguntado ello, que fue lo último que vio antes de entrar allí. De pie frente a la puerta, luego de leer aquellas tenebrosas palabras "Abandonad toda esperanza los que atravesáis este umbral". Creo recordar que algo así se leía en mi vieja copia española. ¿Habría volteado a despedirse de la tierra? Debió haber sido un bosque hermoso, estaría anocheciendo y un atardecer así de encendido le habrá dicho adiós a este plano. Me gusta imaginar aquel instante de la historia y relacionarlos con vistas como estas.

—¿Joong? ¿Aún sigues aquí? —la voz del profesor me toma desprevenido, viaja desde la parte más baja y retumba dentro de las paredes del aula—. Veo que aún no haz escapado como el resto de tus compañeros. —El Sr. Norac da dos pasos hacia el podium para recolectar sus pertenencias.

—Lo siento profesor —digo, volviendo a la realidad y revisando mi reloj de muñeca. Quince minutos para las seis.

—Incluso Juliette que estaba ansiosa ya se ha ido.

—Solo un minuto más y estaré listo. —Ya he tenido suficiente de este paisaje, y debería de volver a mi dormitorio. Pero quiero asegurarme de recordar cada detalle, quizás papá pueda retratarlo en alguno de sus cuadros.

—Joong, deberías tomar una fotografía. Créeme que durará más.

Está bien no ser mucho una persona de tecnología. Lo que no está bien, es lo humillante que es que un profesor, que probablemente pertenezca a la generación baby boomer, me recuerde que puedo sacar un fotografía con mi teléfono.

—Gracias por recordármelo profesor. —Saco mi teléfono del bolsillo del morral donde se encontraba y tomó algunas fotografías de tan radiante puesta de sol. Sinceramente no es igual de bello en una pantalla que a la vista de mis ojos. Pero a papá le encantará de igual manera. Él sabrá como capturar su belleza natural.

Una vez que el profesor tiene todo listo en su maletín se dirige a las escaleras. Es mi llamado para retirarme también. Me pongo de pie y salgo detrás del profesor. Justo en el marco de las puertas dobles, el Sr. Norac se detiene y lentamente inclina su rostro hacia mi. Su rostro está bañado por la luz del sol, de una coloración de matices cálidos. 

—Joven Joong, disfrute su verano. —Un leve escalofrío sacude mis entrañas. El profesor continua su camino y antes de perderlo de vista alcanzo a devolverle la despedida con un: usted también. Él solo agita una mano en el aire a manera de despedida.

Heaven in Hell, (hyunminin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora