Oí como mi latido dejo de sonar, de pronto no escuché nada, no veía nada, todo se encontraba en silencio.
Mire a mi alrededor y vi una luz blanca.
¿Morí? ¿Por qué no puedo sentir nada?.
De pronto comenzó a faltarme el aire, luchaba para poder tomar una bocana de aire mientras corría aquella luz, donde pude ver a mi padre y a mi hermano, seguí hacia la luz lentamente y casi sin respiración, justo al llegar pude tomar aire mientras caía de rodillas frente a mi padre.
—Oh pequeña no sabes cuánto te extrañe— me dijo mientras como podía me paraba a recibir aquel abrazó
— Hermana — me llamo aquella persona que me protegió con su vida
—Dios no saben cuánto los extrañe — dije mientras que los abrazaba, mientras lloraba, pero pequeña, tú no debes estar aquí, tu debes estar con tu familia
—Papá, soy mamá, tengo a alguien que ama — dije llorando
—Lo se pequeña, y estoy tan orgullosa de ti y no sabes lo arrepentido que estoy de haber tomado la desición de haber amado a la persona que fue tu madre
—Papá no puedes elegir a quién amar y a quién si, así que no te disculpes por algo que no te corresponde
—Pero mira lo que te hizo mi pequeña— dijo dándome un beso en la frente — pero te falta mucho por vivir y he guardado el único regalo para ti que me puede hacer sentir bien
—Al igual que yo — hablo mi hermano mientras ambos se tomaban de las manos rodeandome, los mire confundida, ambos susurraban cosas que yo no podía entender, y de pronto aparecí justo donde se encontraba Kakashi, el lloraba en aquella tumba.
—Sé buena pequeña, Te amamos — fue lo último que pude escuchar de aquellos quienes son mi familia, lágrimas corrían por mi rostro, me pare sabía que el no me podría ver, sabía que aquel regalo que menciono mi padre es ver a Kakashi por última vez, así que decidí decir su nombre.
—Kakashi— lo llame en voz baja —sabía que el no me podría escuchar, pero el se levantó de aquel lugar donde se encontraba y me miró con los ojos llenos de lágrimas.
Lo mire aún más sorprendida
—_______ — me dijo con su voz ronca, abrí los ojos, un nudo se formó en mi garganta, no sabía cómo es que el podía mirarme, no sabía que estaba pasando
—¿Puedes verme? — dije llorando aún más fuerte y sin pensarlo corrí hacia él mientras me paraba enfrente de el, tenía miedo de que sus manos no pudieran tocarme, así que el me miró, y sin poder decir algo tomó mi mejilla, mientras que yo pude sentir su calor, haciendome sentir escalofríos, comencé a llorar
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—¿Cooommo es esto posible? — dijo mientras me abrazaba
—No me dejes de nuevo porfavor, no me dejes nunca de nuevo, y si te estoy soñando, y si no eres real — dijo muy confundido — Si eso debe ser, pero si eres real — dijo y me metió un gran pellizco haciéndome doblar del dolor — ven conmigo y me tomo de la mano para correr hacia nuestra casa, para mí suerte no había nadie en las calles, llegamos y no se encontraba nadie
—Espera no te muevas de aquí por favor, no te marches — dijo y salió de la habitación, me quedé ahí parada mientras miraba como todo estaba tan diferente había ropa de hombre por aquí y por allá, algunos juguetes de bebé, entre a la habitación y ahí se encontraba la cuna, mire hacia el mueble de a lado de la cama y vi una foto de nosotros en el hospital, no puedo creer esto, y entonces comprendo que mi padre y mi hermano se había sacrificado por mi nuevamente, mis lágrimas corrían y de pronto escuché que la puerta se abrió mientras escuchaba un llanto de bebé, la voz de Iruka, Sakura y Kakashi
—Yo la deje aquí — dijo Kakashi
—Kakashi Sensei — hablo Sakura seguro que de siente bien
—Kakashi ________ falleció
—Pero yo la vi — dijo mientras salía de habitación, mientras los tres me miraban, demasiado preocupados, sin poder creer lo que estaban viendo
—Se los dije no estoy loco — dijo Kakashi, mientras yo solo corrí a abrazar a Kayumi.
