Juegos, ver películas, cocinar, más juegos, contar cuentos, todo eso y más hacía Dazai con Ryūnosuke y Chūya en casa.
Aunque el pelirrojo tenía miedo, Dazai disfrutaba de tenerlos en casa y los cuidaba bien. Al menos el primer mes fue así.
Chūya no se había atrevido a hablar bien de aquellas pesadillas al doctor. Le daba pena, pero también sentía la necesidad de contarle todo.
Aprovechando que su hijo se había quedado dormido, fue a visitar la habitación de Dazai, encontrándolo leyendo un libro de Medicina para Omegas y bebés de Omegas.
Se acercó cuidadosamente a él, y tomó asiento a la orilla de la cama, temeroso.
— Oh, Chūya, estás aquí. Dime, ¿Te duele algo?
Cerró el libro y lo puso sobre el mueble de al lado, para prestar atención al Omega que derramaba lágrimas frente a él.
— Muchos Alfas me hicieron daño, Dazai... Pero tu primo, ese tal Fyodor... Entró a mi habitación... Me encerró con él dentro...
Lloraba más, cada palabra era un recuerdo más profundo. Sus manos temblaban, mientras cubrían sus ojos.
— Yo tenía trece años y él dieciocho... No conocía nada, apenas tenía mi primer celo... Me tiró a la cama y bajó mis pantalones..
— Chūya, no digas...
— Sacó su... Y sin importarle, la metió hasta el fondo... Me rompió... Me dolió mucho... Lloré, grité, me salió mucha sangre...
— Para ya, Chūya...
— Lo hacía fuerte. Se reía de mí. Derramó algo asqueroso ahí dentro y después... Me hizo lamerlo...
— Detente, por favor. Sólo te estás lastimando.
Dazai estaba consternado. Sin temerle, Chūya lo abrazó para llorar en uno de sus hombros, deseando ser correspondido, y lo era. Dazai le daba palmadas en su espalda cuidadosamente.
— Me hace bien decírtelo. Eres mi doctor. Mi vientre creció... Y siguió creciendo hasta parecer que traía un balón. Las señoras de la calle me veían raro, hacían malos comentarios sobre mí... Todos hablaban mal de mí.
Se separó del abrazo, y talló sus ojos con la manga de su camiseta.
— Cuando Ryū nació, yo... Estuve muy asustado... Y lo sigo estando... G-Gracias por ayudarme hasta ahora, Dazai. Pero... ¿Podrías inyectarme algo para morir?
— ¿Eh? Pero...
— Yo, tengo mucho miedo, Dazai.
Poco a poco, el médico castaño iba procesando toda la información hasta que supo a lo que se refería.
— Chūya, te administré ese medicamento después de lo ocurrido. ¿Cómo podrías...?
— C-Conozco los síntomas, Dazai... Esta vez no tiene nada que ver con Fyodor, pero sí con un hombre mayor... Mátame por favor.
Dazai... Lloró.
Juro que a pesar de todo, terminará bien!!
ESTÁS LEYENDO
El Cupido Azabache
FanficBOY LOVE, OMEGAVERSE, SOUKOKU. Chūya es un Omega que se convirtió en madre desde los catorce, debido a los constantes ataques de los Alfas mayores. Su hijo, Ryūnosuke, de ocho años de edad, siempre está con él, pero cierto día conocen a Osamu Dazai...