Capítulo 33.

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Los días estaban pasando cada vez más rápido acercándose cada vez más a Diciembre, eso significaba navidad la cual era la época favorita de Pansy. De igual la escuela había decidido organizar un baile de invierno en celebración de por fin tener un año sin las amenazas del señor tenebroso, festejando la victoria de todos los que lucharon por proteger el castillo y los ideales con los que fueron criados de forma correcta.

Hermione se encontraba algo cohibida con la idea, pues al ser premio anual debería abrir el primer baile junto a Draco el cual parecía estar a punto de morir todos los días. Se le veía triste y de mal humor todo el tiempo desde que rompió su relación con Astoria. No salía con los chicos ni tampoco hablaba mucho, solo existía.

Astoria decía que quería tiempo para ella, que lo amaba pero no estaba lista para volver con él.

Daphne había sido internada desde hace dos semanas pues su evaluación psicológica derrochó grandes percances importantes.

Blaise se había vuelto a apegar a Pansy luego de disculparse con Hermione por cualquier cosa y daño que le pudo haber causado.

La madre de la pelinegra estaba mejorando, demasiado a decir verdad. Parecía que despertaría pronto y ganaría la gran batalla que tenía. En su lugar, los padres de Hermione estaban aún siendo localizados, según los investigadores el matrimonio se la pasaba viajando por el mundo.

— ¿Qué piensas, amor?— preguntó su novia dejando su libro de leyes mágicas.

— Cosas sin sentido, no te preocupes.— Sonrió.— ¿Terminaste?— Señaló la mesa llena de libros. Ambas se encontraban en exámenes finales del primer cuatrimestre por lo cual tenían todo el empeño encima de los pergaminos.

— Por hoy si. Estoy algo cansada.— Murmuró dejando escapar un suspiro.

— Bien, entonces dejemos esto por hoy.— De igual comenzo a guardar sus cosas.

— Ha sido unos meses demasiado dificiles.— Dijo por lo bajo.— Pero hoy ha sido un buen día. ¿Sabes? Slughorn después de su clase me dijo muy contento que espera que lo invitemos a la boda.

Pansy se rio.

— ¿Qué tan felices nos vemos?— preguntó la pelinegra tomando la mano de su novia luego de haber guardado los pergaminos, la pluma y la tinta.

— Creo que sí. Además yo me siento feliz. — Gustosa la tomo, acariciando el dorso de esta.

— Igual yo.— Concuerda. — Nunca había planteado la idea de una boda. ¿Sabes? Siempre creí que mi padre me terminaría casando con un mago de sangre pura sin importar lo que yo quisiese y ahora tengo la oportunidad de elegir.— Caminaban por los pasillos solitarios del castillo rumbo al gran comedor.

— ¿Te imaginas? Se que llevamos poco juntas pero no está mal dar ideas.— Hermione mordió su labio.

— A veces aunque suene algo intenso. — Se burló. — Algún día estaremos sentadas en el sofá bebiendo té con miles de revistas de planeación, ya nos vi.

Hermione se ríe alegremente, sintiendo su corazón calentarse. Mientras caminan notan como Ginny sale del gran comedor y las pasa de largo, sin mirarlas o notar la presencia de su ex mejor amiga.

Pansy frunce el ceño.

— ¿Siguen enojadas?— Pregunta.

— Ella lo está. Yo no, yo solo decidí no ser la que ruega por la atención de los demás. Ella está equivocada.— Responde seriamente ante la situación.

— De acuerdo, lo entiendo, pero es tu mejor amiga.— Agrega la pelinegra.— Se que es difícil por todo lo que ocurrió y no lo notara, pero es Ginny... No es muy lista.—

Never Be Alone -PansmioneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora