20. EPÍLOGO

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Giethoorn - Holanda
POV DESCONOCIDO

La alarma suena a las cinco de la mañana despertándome pero lo que realmente me hace levantar es sentir el lado izquierdo de la cama vacío.

Sin el cuerpo delgado y sensual de mi esposa, suspiro pasando la mano por mi rostro queriendo espantar el poco sueño que me queda, corro las colchas y busco con los pies a ciegas en medio de la oscuridad el calzado que ella se ha empeñado a que usemos.

Los encuentro finalmente y me levanto, camino hacia el baño donde lavo mi rostro rápidamente y me cepillo los dientes, quisiera tomar una ducha pero no hacerlo me da la oportunidad de que ella me acompañe.

Tomo el albornoz y me cubro antes de salir de la habitación, camino los pocos pasos que me separan de la habitación más especial de nuestra casa pero al llegar no encuentro a mi familia.

Suspiro recordando el lugar que tanto les gusta así que bajo las escaleras después de quitar la baranda protectora y dejándola en su lugar.

Mi mujer insistió demasiado en salvaguardar cualquier lugar que representara un riesgo para los niños así que las escaleras, los toma corrientes o incluso las ventanas cuentan con elementos y sistemas "antiaccidentes" como ella los llama.

Sonrío recordando cómo era algún tiempo atrás cuando nada le importaba y ahora como cuida de cada detalle para que estemos bien.

Salgo de la casa y la brisa cálida de la mañana acaricia mi rostro, entrecierro un poco los ojos ante los primeros rayos de sol que me dan de frente al rostro.

Respiro profundo disfrutando de la paz que nos llena en estos días, y saber todo lo que tuvimos que dejar atrás para tenerla lo único que hace es darle más valor.

Unos largos cabellos rubios se distinguen a lo lejos después de haber caminado por un rato, pero es la risa de los niños que la rodean lo que realmente llena mi pecho.

Laila es la primera en notarme, esa niña curiosa de enormes ojos azules y piel del mismo color que la mía corre en mi dirección aún envuelta en su pijama de estrellas y lunas, con solo tres años es toda una velocista cuando de correr se trata.

Cuando está cerca de mi, me agacho y extiendo los brazos recibiendo el impacto de su cuerpo contra mi pecho, levanto la mirada de su rostro encontrándome a mi esposa sonriente con Gael enredado entre sus piernas queriéndo ocultarse de mí.

Sonrío negando con mi nena en brazos mientras me acerco, mi pequeño hijo está de cumpleaños y sabe que a sus cinco años prometí cortar su cabello el próximo año, que se vence hoy.

Adora sus rizos castaños pero por alguna razón llegó hace un año exactamente a pedirme que los quitara.

Llego finalmente dónde mi esposa quien está de brazos cruzados conteniendo una sonrisa que estalla cuando Gael corre hacia los columpios y más atrás va Laila después de que la baje de mis brazos

Juntos juegan esquivando las miradas que les doy, me aproximó a la rubia que me tiene loco y la rodeo por la cintura antes de pegarla a mi pecho y devorar sus labios dulces.

KJADILLA: Perversa +21 ( Mafias Y Legados 2.5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora