La niña de dorados y largos cabellos, yacía sentada en la solitaria y vieja banca del parque; mientras sostenía su carita entre las pequeñas y frágiles manos que poseía así, sin dejar vérsela empapada de esa agua salada que tanto le amargaba.El niño rubio, con destellantes ojos y verdes y tez blanca como la nieve, corría apresurado y algo sudoroso con la ropa sucia, mirando todos sus alrededores preocupado de que lo alcanzaran esos niños abusivos de un grado más arriba.
Al notar que lo perdieron de vista, éste con desasosiego se sentó al otro extremo de la vieja banca, sin inmutarse de la joven presencia a su lado. La pequeña niña con cabellos dorados sin peinar. Ninguno de los dos sino hasta que ésta lo escucha suspirar con alivio por tanto corretear y el se voltea a verla.
-¡Ay! ¡Me asustaste! ¿cuánto llevas ahí?-preguntó él pequeño rubio un poco menos agobiado pero exaltado por el susto.
La niña ni siquiera le respondió y se afianzo más cerca del extremo de la banca para salir de ahí, pues ella ya no confiaba o eso creía la pobre infante.
-¿Eres muda acaso? Bueno, soy Michael- Saludó sonriente sin importarle mucho lo ocurrido hace minutos.-¿Cómo te llamas?-Él inclinó un poco la cabeza hacia un lado provocando que su largo flequillo se moviese, tratando de deducir si en verdad era muda o hasta sorda.
-No tengo por qué decirte.-Respondió la niña apenas sonando como un susurro pero no se escucho con miedo, sino firme a pesar de ser un susurro.
-Yo te dije mi nombre eso no se vale, me lo debes.-Acotó e pequeño Mike.
La niña sólo negó levemente temiendo de nuevo a que si no lo decía el niño se aprovechará y la atacará como los demás.
-Bueno ya que no me hablas te llamaré.... Chica dorada. Sí, así te diré hasta saber tu nombre.-Sonrió con aires de ganador en la "conversación" el pequeño.
La niña se sonrojó levemente así sus mejillas tiñendose de rosado en su pálido rostro.
¡Y como no!
Ya conocía al pequeño, es de los que se quedan en recreo dentro del salón por no llevar la tarea firmada por sus padres o ser llevado a la dirección por hacer bromas y ser "famoso" por no sacar muy buenas notas.Pero había algo en él que llamab su atención, siempre lo veía estar sólo a pesar de ser muy risueño y hasta simpático. Él al igual que ella no tenía amigos, y sólo por eso decidió contestar.
-Jane. Mi nombres es Jane.-
-Pues bonito nombre, Jane.-Sonrió dejando mostrar dos dientes faltantes.-¿Te puedo preguntar algo?-Sin esperar consentimiento prosiguió-¿Porqué llorabas?-
Esta vez la niña se tenso y se levantó de inmediato. Creyó que no la vieron, si la miran débil es peor, siempre es peor.
-N-no ll-oraba.-Ay ajá y yo sacó diez en matemáticas -El pequeño entorno los ojos-No estés triste, odio ver a las personas llorar.
Y era cierto, el pequeño Mike ya tenía mucho con ver a sus padres gritarse y que su madre sufriera abuso por su padre siendo golpeada y la escuchará llorar todas las noches donde se suponía que lo abrigaria con su frazada favorita de Iron-man y le relatará un cuento fictioso que crearán entre los dos. Y odiaba no poder hacer eso.
Con suma delicadeza el pequeño rubio se acerco a la "niña dorada" como le nombró y con su dedo pulgar retiró las pequeñas gotas saladas de su rostro con pequeños lunares.
-No tienes por que temerme, dorada.-
-P-pero a ellos s-si.-
-¿Quiénes?-Inquirió repentinamente molesto de que hicieran llorar a una dulce e inocente niña.
-E-ellos, los mayores y m-mis... Mis padres n-no me escuchan.-
La pequeña movió la cabeza a los lados haciendo mover sus rizos en distintas direcciones. Estaba asustada.
Michael fruncio el ceño pues, pensó esa es aquella niña callada y solitaria en la escuela, no habla con nadie y en el almuerzo siempre va hacia el baño con un sándwich probablemente a encerrarse en un cubículo y comer sola.
Se aclaró la garganta y dijo:-Ya no más, dorada.-
***
@andreasmr1403 es para ti♥
Give me love en multimedia ♥
La verdad algunas canciones de Ed estarán muy de acuerdo a la historia
Chau
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Ángel M.C.
Romance-Siempre estaré ahí para ti dorada. -¿Siempre, mi ángel?-El rió por el cursi y nuevo apodo. -Siempre, hasta el final. Pero lo que él no sabía es que era, es y fue su ángel guardián, quien la sacó de toda esa obscuridad, y sería quien estaría y estuv...