𝟎𝟏: 𝐑𝐞𝐯𝐞𝐥𝐚𝐜𝐢ó𝐧.

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Solo los maestros capaces de controlar ciertos elementos y que además poseían la sangre de los actuales líderes eran dignos de heredar sus reinos, aquellos capaces de controlar más de dos naturalezas eran más aptos, más fuertes y con más probabilidades de derrotar a otros portadores.

Eran venerados por muchos pero también temidos por otros debido a su increíble potencial.

En cuanto uno de ellos salía a la luz, las sectas vecinas buscaban el matrimonio con algún miembro de su familia principal para de alguna forma favorecer a sus clanes y no tener un poderoso enemigo en batalla, pues la existencia de estos era realmente un diamante en bruto que todos buscaban conseguir y "usarlo a su favor".

Los portadores en cuestión son capaces de elegir personalmente a su futura pareja de vida con la cual también formarían una gran alianza.

Era una unión más política que otra cosa, algo que favorecería a ambos clanes tanto económica como política y socialmente; la secta escogida era la más beneficiada gracias al portador de dos naturalezas pues desde tiempos inmemorables estos han sido quienes tienen más para ofrecer.

Prácticamente este maestro era quien elegía a la secta que quería beneficiar y la cual bajo su crítico criterio tenían algo que pudieran dar a cambio también.

Las sectas unidas de este modo eran las que tenían la victoria asegurada.

Pero, ¿porqué el matrimonio y no un pacto oficial?

Todos creían que la unión entre dos personas era aún más fuerte y significativa que un par de firmas en un trozo de papel que podía ser destrozado fácilmente.

La última vez que un matrimonio de este tipo se había llevado a cabo fue hace aproximadamente unos cien años entre una importante figura de la secta Qishan Wen y un maestro de dos elementos desertor de un clan prestigiado.

Desde entonces, los Wen han tenido tal poder y control ante los demás a pesar de ya no poseer a un cultivador de ese tipo, pero el antecedente se encontraba ahí y hasta la fecha nadie había sido capaz de cambiar aquel signo de superioridad.

Las esperanzas estaban acabadas, o al menos eso era lo que la mayoría creía pues hasta la actualidad no había aparecido esa persona de uno en un millón en ninguna de las sectas.

Solo esperaban cautelosos el milagro de la vida en un afortunado individuo para cazar su poder.

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En Yunmeng Jiang se encontraba el futuro heredero de dicha secta, Jiang Cheng.

Un joven apuesto, con porte firme, figura esbelta y con una exquisita etiqueta. No hacía falta mencionar que también tenía un alto poder e inigualables habilidades en el combate y campo de batalla. Sin embargo, también contaba con un notable temperamento para nada fácil de tratar.

Una personalidad fuerte e inquebrantable heredada de su madre, Madam Yu, de la cual también legó su característica y electrizante naturaleza, el rayo.

Pero no era un rayo cualquiera, eran descargas electrificadas acompañadas de un incomparable tono violeta que podía causar la misma destrucción que una tormenta eléctrica.

Se decía que el joven Jiang era infalible en guerra, se conocía que poseía una destreza caótica para luchar, pero sus discípulos eran los únicos testigos de aquel maravilloso arte de pelear pues ninguno de sus enemigos vivía para contarlo.

Caso contrario era su padre, actual líder de secta, Jiang Fengmian junto a su única hija, Jiang YanLi, quien era mayor que el joven WanYin.

La naturaleza de ambos era el agua, tranquilos y serenos como una suave corriente de río y raramente salvajes como un peligroso mar.

Mi Electrificante Esposo ⌈𝙓𝙞𝘾𝙝𝙚𝙣𝙜⌋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora