CAPITULO TRES.

38 13 15
                                    

Meses.


Ha pasado un mes desde mi llegada al 'asilo' y no hay noticias nuevas que reportar, la cantidad de pastillas sigue siendo la misma, cuatro veces por semana me reúno con el terapeuta para hablar de cómo me siento y lo que pienso, mi relación con Andrea evoluciono de "conocidas" a "amigas" es una chica bastante agradable, siempre se está riendo y trata de hacer la existencia de todos aquí menos patética y todos se lo agradecemos, este mes no he tenido visitas pero no es porque mi familia no quiera venir si no porque las tengo prohibidas por ahora, es algo relacionado con el protocolo.

El día es igual a los demás, a excepción de que Andrea no está aquí, la última vez que la vi estaba en la habitación y dijo que en un momento me alcanzaba en el jardín, pero aun no llega y no hay muchos lugares aquí en donde puedas estar, así que, que se tarde es un poco extraño, pienso en irla a buscar, pero cuando estoy a unos pasos de la puerta la veo ahí parada, esta confundida y su expresión está llena de pánico, algo no parece estar bien, una de las enfermeras choca con ella por accidente e intenta disculparse.

- Oh, lo siento fue mi culpa ¿te encuentras bien? –

- No, ¡sí! es solo que no sé dónde estoy –

- ¿Querida, recuerdas donde estabas esta mañana? –

- Yo... no lo sé – su rostro se llena de duda

- Está bien, tranquila – se acerca a ella para tomarla de la mano

- ¡No!, ¡no me toques! – da unos pasos hacia atrás

- Tranquila, no te voy a hacer daño – extiende las manos en señal de paz

- Aléjate de mí, no te acerques – cuando la enfermera la toma del hombro ella grita – ¡Déjame! ¡No me toques! ¡No! ¡Vete! ¡Ya! – cae al piso entre llanto y desesperación, está teniendo un ataque de pánico – Solo vete por favor –

Veo la desesperación en sus lágrimas, pero llegan más enfermeros con doctores y la sedan para que se duerma, supongo la van a llevar a la habitación, pienso en ir con ella, pero tal vez sea una mala idea así que decido esperar unas horas más antes de volver a la habitación porque por ahora ella necesita tiempo para descansar.

[...]

Paso el resto del día en la sala de juegos viendo documentales en la televisión con un tipo que se ve realmente emocionado con eso, cuando dan las ocho de la noche me dirijo a mi habitación tengo que estar ahí antes de las nueve para las ultimas pastillas del día, al entrar me encuentro con Andrea sentada en su cama recargada en la pared y parece que estuvo llorando.

- ¿Cómo te sientes? – lo sé, todos aquí odian esa pregunta porque la verdadera respuesta siempre va a ser "mal" sin embargo siempre contestamos con un "bien", pero enserio me preocupe por Andrea y quiero saber qué es lo que tiene

- Patética y sin dignidad – contesta mientras se limpia las lagrimas

- Bueno, así es como nos sentimos todos aquí – le doy una sonrisa amable

- De verdad me tengo que ver horrible como para hacerte sonreír por lástima –

– No es lástima, solo es la mejor sonrisa que puedo hacer ahora – me acerco hacia ella para sentarme en la orilla de la cama

- Y nadie te culpa, este no es el lugar más feliz del mundo –

- No, no lo es – bajo la mirada y sonrió ligeramente

Ella suspira reuniendo valor antes de continuar hablando.

– Estoy bien, solo fue una de las crisis que ocasionalmente me dan, es por eso que estoy aquí – para de hablar e intenta encontrar las palabras adecuadas – Mis crisis son de pérdida del conocimiento y solo pasan cuando pienso en mi infancia, me pierdo tanto en mis pensamientos que también pierdo el conocimiento de donde estoy y solo camino confundida y sin dirección – pongo mi brazo sobre sus hombros abrazándola, pero antes de poder hablar ella rompe en llanto – Ruby, ya me canse de ocultar como me siento ya me canse de fingir que estoy bien cuando nada está bien – su voz tiembla – Abusaron sexualmente de mí, cuando tenía 6 años – respira profundo para poder continuar – Fue un primo 8 años mayor que yo, él decía que me amaba, que de esa manera se mostraba el amor y que tendríamos un 'Felices para siempre' – se ríe sarcásticamente – Él dijo mentiras que yo creí como una estúpida –

A Primera Vista [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora