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— ¡Oye, cuidado! — Gritó Chongyun asustado, corriendo hacia aquel chico sin pensarlo nisiquiera por un segundo, tomándolo en brazos para apartarlo de la calle y salvándolo de una asegurada muerte.

Ambos se miraban fijamente ante lo sucedido, aún estaban cerca ya que Chongyun aún no soltaba al desconocido chico mientras que el contrario sólo se ponía nervioso tratando de no hacerlo notar — Siento mucho las molestias, ¿Cómo podría agradecerte? — Preguntó apartándose al fin mientras tomaba en sus manos las hojas y libros que Chongyun había ayudado a recoger — No hace falta, solo ten más cuidado ¿Sí? — Se dio la vuelta con la intención de marcharse pero algo lo detuvo, por alguna razón el peliceleste se quedó estático para luego de unos segundos volver a ver al desconocido.

— Déjame ayudarte con eso... — Tomó la mitad de lo que el chico cargaba por su cuenta, quitándole un pequeño peso de encima — ¿A donde vas con tantos papeles y libros? — Preguntó antes de empezar a caminar — Oh, a mi casa; Soy nuevo en mi preparatoria y tengo que ponerme al día con los estudios — Al escuchar eso Chongyun giró su cabeza hacia el contrario con una expresión de confusión — Según tengo entendido, para igualarte te dan máximo dos días y con todos estos libros dudo que termines a tiempo. — El desconocido solo soltó una pequeña risita ante el comentario de quien caminaba a su lado. — Digamos que me gusta leer, es mi pasatiempo, así que no será problema terminar todos estos libros en el tiempo requerido. —

Caminaron juntos hasta la supuesta casa de aquel chico de greñas azules oscuro como la noche, durante el camino ambos chicos hablaron como si se conocieran de toda la vida, como si fueran viejos amigos que se reencontraban luego de mucho tiempo, pero a pesar de esto aquel desconocido no reveló su identidad.

— Aquí es, me tengo que ir... Gracias — Agradeció mostrando una dulce sonrisa, llevándose todos sus libros consigo para entrar a su casa. — Está bien, no es nada... — El pelioscuro antes de irse se acercó por última vez a Chongyun inocentemente. — Veámonos a esta misma hora mañana en el parque cerca de donde me salvaste, ahí podremos conocernos mejor. — Dicho eso, se marchó camino a la puerta de su casa. De nuevo Chongyun estaba a punto de irse pero al caer en cuenta de algo importante se detuvo. — ¡Oye, no me has dicho tu nombre! — Le alzó la voz al ajeno pero no se escuchó una respuesta puesto que el chico no le había escuchado debido a la considerable lejanía.

Sin más que hacer en aquel lugar, el jóven se compró uno de los helados que más le gustaban para tener algo que comer mientras se dirigía a su hogar. Al llegar al mismo, el Seelie salió de la mochila del chico, encontrándose con una expresión seria de parte de su amo. — Esto fue idea tuya ¿No es así? — Preguntó refiriéndose al momento en el que el Seelie lo dirigió hacia la escena anterior. — ¡No, amo! Además de que ese chico corría grave peligro, sentí algo en él. — Dijo el pequeño recibiendo una expresión de confusión como respuesta de parte de Chongyun. — ¿Qué sentiste? — Preguntó curioso. — No puedo decirle, querido. — Chongyun se cruzó de brazos durante unos segundos, tirando luego su mochila al suelo y lanzando su cuerpo al mueble que se encontraba cerca de él.

El muchacho estaba por quedarse dormido, sus ojos se cerraban de a poco pero algo impidió que aquella acción se cumpliera, el sonido de una notificación resonó en la habitación causando que Chongyun tomara su celular revisándolo. "Regresé de mi viaje a Inazuma, veámonos en el restaurante de Xiangling" Fue el mensaje que recibió de parte de su mejor amigo Aether y, sonriendo levemente ante aquella propuesta, salió rápidamente de casa.

— ¡Chongyun, aquí! — Gritó el rubio de pelo largo meneando su mano izquierda captando la atención de nuestro querido cabellos celestes. — Hola Aether — Saludó antes de abrazar a su mejor amigo, quien no veía desde hace unos años. — ¿Cómo has estado? ¿Algo nuevo que contar? — Preguntó Aether — La verdad es que no, no ha pasado nada interesante — Respondió Chongyun. — Oh vamos, debes estar mintiendo — Chongyun no quería responder aquella pregunta pero, aún cuando iba a hablar, alguien los interrumpió — ¿Qué es todo este alboroto? ¿Por qué tanto ruido? — Dijo una chica de cabellos azul oscuro, colocando sus manos en su cintura — ¡Xiangling! — Dijo Aether abrazando a su amiga con una leve fuerza. — Hola chicos, hace mucho no venían a mi restaurante, ya los extrañaba... Pasen, consigan una mesa — Ofreció, a lo que los chicos hicieron caso.

Los tres amigos hablaron durante minutos, riendo y divirtiéndose en el acto, hasta que Aether decide de nuevo preguntar la misma interrogante que tuvo hace unas horas. — Y diganme, ¿Alguna novedad? ¿Qué ha sido de ustedes estos días? — Xiangling negó con su cabeza mientras Chongyun solo apartó la mirada, de nuevo armando valor para decir lo que había ocurrido no hace más de 7 horas atrás. — Salvé a un chico de ser atropellado, lo acompañé a su casa y me invitó a salir mañana para conocernos. — Dijo Chongyun haciendo que tanto el chico como la chica que lo acompañaban se sorprendieran a tal grado de abrir los ojos mirando casi atónitos al peliceleste. — No aceptaste ¿O sí? Chongyun, no puedes aceptar eso solo porque lo salvaste, puede ser alguien de malas intenciones, las apariencias engañan... — En parte, le daba la razón pero Chongyun hizo caso omiso a estas palabras. — No creo que tenga malas intenciones... — Fue lo último que dijo antes de tomar un gran sorbo de su jugo.

Al día siguiente, en el que ya casi se acercaba la hora del encuentro, Chongyun terminaba de comer mientras observaba la ventana perdiendo su mirada en las nubes que se podían observar desde donde el jóven se encontraba sentado comiendo. — Bien, es hora... Lanni, quédate aquí, no hagas ninguna locura. — Sin más que decir, el chico se alistó y al terminar tomó su skate para llegar más rápido al parque donde el encuentro daría lugar. Al llegar ahí, a lo lejos se podía ver un chico sentado en un banco leyendo un libro que parecía estar por la mitad, quizá hasta ya acabando, de leerse. — Debe ser él... — Susurró Chongyun hablándose a sí mismo y acercándose lentamente al muchacho con quien tendría una especie de cita o salida.







by luxié

moon wishes  /  chongqiuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora