Capítulo 06

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Contarle a las chicas lo que sucedió con Cole hace ya una semana en la biblioteca fue sencillo tenemos mucha confianza, lo complicado fue hacer que dejarán de reírse como focas locas y retrasadas cuando termine de narrar lo sucedido.

Adoro a mis amigas pero justo en ese momento solo quería atar las a las vías del tren abandonado que está en las afueras de la ciudad y dejarlas ahí por tres días pero no sobreviviría ni dos sin ellas.

Justo ahora me dirijo a la biblioteca a ver a Cole, por las matemáticas, claro.

¿No les a pasado que un día se levantan y los ánimos están en cero? Bueno, justo así es como desperté hoy; tengo mareos aún más frecuentes de lo usual y ya he vomitado al menos unas tres veces en lo que va del día y apenas son las 11:30 AM.

Cuando despierto bastante mal de salud como hoy, mi madre suele dejar que me quedé en casa y por más que insistió en que me quedara no le hice caso; tengo un compromiso con Cole y con Tobías, no puedo fallarles. Además, para que se quedara tranquila le prometí que llegaría a tiempo para ir con el doctor Wheeler, hoy empezaré el nuevo tratamiento. Estoy un poco nerviosa pero a la vez muy ansiosa por ello.

¿Saben que más está en ceros hoy? Las ganas de elegir algo lindo que usar, por eso solo elegí lo más holgado y cómodo que tenía a la vista porque es obvio que no me esforcé en buscar nada y eso significa: una sudadera bastante ancha gris plomo, un leggins verde militar y mis tenis blancos.

Está no es la primera clase con Cole, más bien es la tercera y la verdad ha estado bastante distraído, son realmente escasos los minutos en los que logro que se concentre; pero eso sí, de vez en cuando se le escapa uno que otro halago que me hace sonrojar o suelta cualquier ocurrencia que me hace reír hasta que mis mejillas y panza duelen y ya no pueden para más.

La verdad es que él es tan perfecto como siempre pensé que sería, un poco distraído y desinteresado en la materia pero aún así sigue siendo perfecto. Antes de irme a dormir solía imaginar como se sentiría el hablar con él o contemplar sus hermosos orbes azules de cerca. Ahora puedo decir que el tenerlo tan cerca como solía imaginarlo no solo se siente magnífico sino que él despierta cosas en mí. Cosas que no sabría cómo explicar pero que estoy segura de que no había sentido jamás.

Solo puedo preguntarme:

¿Cómo puede despertar tanto en mí solo con mirarme fijamente a los ojos?

¿Cómo me hace descontrolar sin el más mínimo contacto físico?

Lo que siento con solo tenerlo cerca es que como un fuego arrasador que va consumiendo todo a su paso, que va destruyendo cada miedo y cada inseguridad que se hace presente dando paso a una ilusión. Sé que no estoy a su altura, o mejor dicho, que no soy su tipo pero no puedo evitar ilusionarme y creer que con el tiempo, la convivencia y las risas pueda llegar a fijarse en mi, sí, tal y como pasa en los libros y en las películas solo que olvidó por momentos que esto es la vida real y esas tonterías de que el chico popular del instituto se enamora perdidamente de la chica invisible no suelen ocurrir en realidad. Soy muy ilusa, lo sé, pero soñar no cuesta nada, ¿O sí?

Ya en la biblioteca camino hasta la primera mesa libre que consigo y dejo mis cosas sobre ésta. Tomo asiento y dejo caer mi cara sobre la mesa. Un repentino mareo viene junto a un fuerte dolor de cabeza me quejo en voz baja y busco en mi mochila la botella de agua, después de dar unos tragos a está busco mi teléfono, quiero estar pendiente por si Cole me escribe.

Media hora más tarde y aún Cole no llega. ¿Estará bien? Hoy lo vi llegar al instituto en su lindo Porsche negro y lucía en perfecto estado, tal vez se le ha hecho un poco tarde y se quedó sin pila para avisarme.

¿Por lástima? O ¿Por amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora