Capitulo 03

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Cole Tyson.

La veo correr por un prado rebozado de flores de muchos colores, todo parece tan irreal.

Parece una pequeña niña, delicada, observando todo sonriente y feliz. Su mirada se detiene en mí, sonríe aún más y extiende su mano hacia mí. Me gusta la sensación que me produce ver su sonrisa, verla feliz. No se quien es y no puedo ver su rostro los rayos del sol me lo impiden, pero aún así quiero tomar su mano.

En el momento que estoy por tomarla siento que algo golpea mi estómago y luego mi cabeza.

Un fuerte dolor de cabeza me invade. La chica junto al prado desaparecen y los golpes se sienten cada vez más reales, entonces despierto.

—¡Vamos Cole, despierta! —escucho gritar a Theo y seguido de él grita Johnny un: «Arriba hermano».

Abro los ojos, levantó la cabeza de la almohada y me doy vuelta sobre el colchón.

Los fulminó a ambos con la mirada en cuanto veo en sus manos las almohadas causantes de sacarme de mi estupendo sueño.

Lo sé, es un sueño estúpido pero me gusta esa extraña sensación de tranquilidad que aparece con solo ver a esa chica luciendo tan natural y única, no se cómo explicarlo.

Es extraño, ¿pero saben qué es aún más extraño? Que es un sueño recurrente.

—Te esperamos en la cocina, las chicas nos harán de comer —habla Johnny para luego salir de la habitación y detrás de él también lo hace Theo.

Me levanto de la cama muy despacio, mi cabeza parece que va a estallar. Voy directo al baño, tomó una ducha corta, lavo mis dientes y salgo en busca de mi ropa; veo la habitación de Deborah hecha un caos.

¡Maldición! ¿Ahora donde estará mi ropa?

Sujeto bien la toalla a mi cintura y empiezo la búsqueda.

Encuentro mis jeans negros junto a mis tenis debajo de la cama y mi bóxer junto a mi camiseta blanca en el suelo, ¿Dónde esta mi cazadora negra?

Termino de vestirme y salgo de la habitación, veo a los chicos y a Deborah con mi cazadora puesta en la sala, y a Camí la veo en la cocina.

Esperen un momento, ¿Acaso dije que Deborah tiene puesta mi cazadora?

¡Esto debe ser una jodida broma!

—¡Quítate mi chaqueta ahora mismo! —demandó apenas entro a la sala.

—¿Por qué? —pregunta juguetona y se muerde el labio inferior, me acaban de dar náuseas—. Me queda mejor que a ti.

—¡Quítate la de una maldita vez! —empiezo a perder la paciencia—. ¡No estoy jugando, Deborah!

No me gusta que nadie use mi chaqueta. Se la ofrecí a una chica una vez como un acto de caballerosidad y por estúpido yal vez, pero ella tomó mucho más que solo mi chaqueta, al final solo se divirtió un rato y me devolvió la chaqueta pero no el corazón.

Y así como a muchos chicos no les gusta compartir la cama con las chicas después de tener sexo a mí no me gusta que usen mi ropa después de dormir con ellas.

Eso era algo que solía hacer Ally y ahora odio cuando alguien más lo hace. Esa pequeña acción me recuerda a ella y odio recordar lo que pasó con ella.

No se atrevan siquiera a juzgarme, cada quien tiene sus manías.

—Deborah, conoces su regla. No ganas nada haciendo este tipo de cosas —interviene Theo.

¿Por lástima? O ¿Por amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora