Capítulo 2: Un cigarrillo menos.

760 57 17
                                    

Narradora.

Como dije antes, me he adelantado a los hechos. ¿Que tal si retrocedemos un poco?. Empecemos con el no muy famoso restaurant familia Guardian's donde, por si tiene curiosidad, tambien hay karaoke. No es famoso, además del hecho que solo cuenta con 2 mozos y claro, el dueño. Aveces venía gente, pero solo venían cierta población y por cierta razón.

Población: chicas.

Razón: el mozo de cabello blanco y ojos azules.

El cual, por cierto, llegaba tarde. Otra vez. Jack miró su reloj mientras corría por la calle, asustado por un lado, ya qué, no quería que su tío Norte lo matara. Pero por otro lado, se sentía bien, le gustaba el viento en su cara y la rara sensaciónde adrenalina que se encendía en su pecho. Con una sonrisa en su cara, mostrando sus blancos dientes. Él, se sentía bien. Le encantaría un cigarro en este momento.

Lo mejor era el gran tráfico de Nueva York. Ruidoso e imparable. 

Mientras corría sin querer choco a una chica haciendo que a ella se le cayeran unas hojas. Jack no le prestó atención y siguió su camino, corriendo. Elsa se agachó a alzar su reporte de la Segunda Guerra Mundial del suelo. Maldiciendo en voz baja al torpe que casí la atropella, maldito imbécil.

Terminó de levantar sus papeles para encaminarse a su universidad, era temprano, muy temprano. Pero a Elsa le gustaba así, ya que en las mañanas era cuando hacía más frío. Amaba el frío. Antes de ir a su universidad. Elsa se dirigió hacía su cafetería favorita, entró al lugar con una sonrisa. Su amiga pelirroja la recibió de igual manera e hizó un ademán para que se sentara a su lado. Elsa se sentó dejando su reporte sobre la mesa.

Merisa se rió de la cara de su amiga mientras le daba un sorbo a su café.

-¿Que rayos te pasó?-Le pregunto entre risas-No me digas que...

-Sí, me quede toda la noche con el reporte-Suspiró Elsa. Seis horas, más de 10 tazas de café y un computador fue todo lo que le pasó anoche.

Merida suspiró y dejo el café sobre la mesa. Miró a su amiga preocupada.

-Elsa...ya lo hemos hablado ¡No puedes-

-Ya sé, ya sé Mer...es solo qué, sabes como soy...

-Una perfeccionista-Dijo Merida asintiendo aburrida-Pero Elsa ¡No puedes seguir así! Te va a hacer mal, no me hagas hacerte recordar lo de la semana pasada amiga...

Elsa se llevó una mano a la cabeza, la semana pasada. En medio de una exposición sobre Europa, Elsa cayó desmeyada al suelo. Había pasado una semana sin comer, practicando su discurso. Lo único que a ella le importo, fue la A que obtuvió.

-Lo sé...

Merida volvió a tomar de su café.

-¿Y como esta Anna?-

Esa pregunta la mató, no quería hablar de su hermana. Todo había estado miu difícil últimamente.

-Cada vez esta peor...anoche fui a verla y encontré por lo menos seis botellas de cerveza-Respondio Elsa-Y el otro día quizo escaparse de casa, para ir a...ya ni me acuerdo-

-Ohhhh...auch-Esa fue la unica respuesta de si amiga. Merida no sabía que era tener una hermana ya que ella tenía a sus tres hermanos. Los cuales, no eran para nada unos santos.

-Sip, me gustaría saber en qué momento se volvió así...-Dijo Elsa mirando un punto fijo, recordando cuando ella y Anna eran solo unas niñas.

-La gente cambia, Elsa y hay que vivir con eso, aunque sea una mierda-Respondio Merida tomando su bolso y se levantó se su silla. Lista para irse.

Life (Jelsa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora