Prólogo

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Ikki era el hijo mayor de la reina Andrómeda y de su esposo el Rey Phoenix, dos años después tuvieron a su segundo al cual llamaron Shun.

Ikki era un alfa muy temido por todos los niños del reino y más si trataban de molestar a su hermano menor.

Ikki al cumplir sus 18 años se comprometió con Esmeralda la princesa de otra isla no muy lejana, Shun se sintió feliz por su hermano mayor.

– Muchas felicidades nii-san –diría un chico de tez blanca, cabello y ojos verdes, muchos decían que era la copia exacta de su madre la reina–

– Gracias Shun pero espero que tú tardes muchos años en comprometerte –esta vez hablaría un chico mucho mas alto que Shun, de tez algo morena, cabello y ojos azules y si cómo era de esperarse el era la copia de su padre el rey–

Nii-san yo por el momento solo seguiré entrenando para ser un gran Omega

– Ya lo creo hermanito –Ikki le revolvería el cabello a su hermano– Por cierto hoy vendrá Esme vendrá el rey Cygnus con su único hijo Hyoga es un año mayor que tu

– En serio?

– Sí bueno también vendrá Atena con sus caballeros y tenemos recibirlos como se merece

– Sii

Ambos hermanos ayudaron a organizar todo para la cena.

Ya en la noche.

– Gracias por venir –diría la Reina Andrómeda al ver llegar a sus invitados–

– No gracias a usted por invitarnos –Atena haría una reverencia y luego vería a lao dos jóvenes– Ellos deben de ser vuestros hijos verdad?

– Si el mayor se llama Ikki y el menor se llama Shun –diría Phoenix–

–  Son muy hermosos los dos y este es mi único hijo y heredero Hyoga –diría Cygnus dejando ver a un chico de cabellera rubia y ojos azules.–

– Tiene los ojos de su madre –hablaría el padre de Esmeralda–

– Niños porque no se van al jardín hasta que nosotros les hablemos de comer –diría Andrómeda con aquella sonrisa que logro conquistar a su esposo–

Todos los niños junto a unos caballeros de Atena se fueron al jardín.

– Se supone que tendríamos que cuidar a nuestra diosa no a unos mocosos –hablaría el caballero de Leo mientras que se cruzaba de brazos–

– Pues no nos tienen que cuidar –diría Ikki con un tono molestó– no necesitamos que nos estén cuidando ya no somos unos niños pequeños

– No pero si los dejamos sin supervisión y les pasa algo nosotros tendremos la culpa –diría el Caballero de Cáncer–

– mmmm –Esmeralda se cruzaría de brazos pero luego se iría caminando junto a Ikki–

–Hyoga se acercaría a Shun– Am....tu debes de ser Shun no?

– Si así es –vería al joven rubio– y tú debes de ser Hyoga

– Estás en lo correcto tengo entendió que eres un año menor que yo

– Si yo aún cuento con mis 16 años

– Espero que seamos muy buenos amigos

– Así será

Los dos siempre se mantenían en comunicación incluso más después de la cena que tuvieron cuando eran niños Shun al cumplir sus 18 años se organizó una gran fiesta en dónde muchas personas y reyes, príncipes y princesas de otros reinos, Ikki y Esmeralda llegaron a la fiesta con sus dos hermosos bebés.

De Aquel Caballero que me EnamoróDonde viven las historias. Descúbrelo ahora