荧; V i l l i a n.

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「 Problemas. 」

—— Entonces, ¿Empezamos la reunión? — Declaré.

Estaban comiendo sin parar cabe mencionar que estaban hablando con la boca llena y bueno, otros simplemente se abstenían de hablar y aunque no lo iba a negar, todo en la mesa se veía tan, pero tan... Apetitoso que seguramente no dudaría en comer y a los tres segundos estar frente a la tasa del baño, vomitando hasta lo que haya comido la semana pasada y así volver ese sentimiento de culpabilidad, castigandome con toda esta comida deliciosa y luego vomitarla, casi como un ciclo repetitivo sin fin, casi.

—— Supongo que rechazaron tu investigación. — Habló un chico, un poco más y se reía en mi cara así como cuando apuestas y pierdes de manera estúpida, cuando vez que se cae la persona que te cae mal y te entran esas ganas incontenibles de reírte en su cara.

—— No es de tu incumbencia, Kokonoi. — Ordené de manera fría, si ya de por sí teníamos una relación no muy estable por un problema en el pasado no se imaginan las cosas ahora.

Problemas, dinero, drogas, prostitución y más problemas, en eso se podría decir que se resumía la reunión, yo solo me dedicaba a escuchar y comer en silencio también habían veces en las que me perdía en mis propios pensamientos, pensamientos que no eran muy sanos si podrían titularse así, ¿Debería mandar a matar aquellos científicos por rechazar mi informe? ¿Debería?... No, no lo haría... Al menos no con mis propias manos.

—— Parece que la Jefa tiene mucho que decir. — Delató Koko sacándome completamente de mis pensamientos.

Yo reí tranquilamente, tranquila y calmada como la marea y cuando menos te lo esperas ¡BAH! Estas acabado. — No, estos problemas no son lo mío, dejenlo al jefe. — Esta vez miré a Saki. — ¿Verdad, Kisaki? — Dije recibiendo un asentimiento por su parte.

Y finalmente concluyó la reunión, todos empezaban a irse, algunos acompañados por sus amigos de toda la vida y otros simplemente se iban solos, y cuando me refería a solos simplemente era ir a clubs o bares, más bien, lugares donde pudieran traficar y consumir drogas sin problemas.

Saki fue el primero en irse yo le anuncié que iría más tarde, quería despejar mi mente un rato. El encuentro con Hanagaki y Tachibana me dejaron confundida y, ¿Si ellos eran la clave para mi informe? Podría retenerlos en mi casa, podría darles la vida que quisieran, pero traerlos en contra de su voluntad ¿Sería secuestro, no?

—— Pensé que te irías con Kisaki. — Habló una voz detrás de mi evitando que siguiera mi camino, me voltee para verlo, esa típica sonrisa y su lengua afuera lo hacían más atractivo de lo que ya era.

—— ¿Necesitas algo, Koko? — Pregunté llevando mis manos hasta mi cabello peinadolo hacia atrás.

—— Oh, ¿Acaso no puedo ver a mi persona favorita? — Ríe sarcásticamente a lo que yo rodé los ojos, sabía a donde iría esto.

«◌»

Me desperté debido al sonido de mi alarma, me dolía fuertemente la cabeza como si me fuera a reventar y ni hablar de mi cuerpo, mordidas y hasta chupetones en mis muslos, algunos un poco más rojos.

—— ¿Qué diablos? — Hablé en voz baja al percatarme de Koko en mi cama sin ropa, caí en cuenta de que yo tampoco tenía ropa. El cuarto hecho un desastre; Ropa por doquier, rastros de condones claramente ya usados y en la pequeña mesa del centro de aquella espaciosa y lujosa habitación yacía droga, o bueno, sus rastros. — Koko — Lo llamé, pero el no despertaba. — ¡Hajime despierta! — Reclamé moviéndolo bruscamente y finalmente se digna a despertar.