Reinado de poder

Capítulo 21

Capítulo 21 ||

Debajo de esta estrella malvada

El sonido del bate del Batidor haciendo contacto con la Bludger resonó a lo largo del tono casi vacío. Desde el extremo izquierdo del campo, Ginny tiró hacia abajo en una espiral, la Quaffle acunada en sus manos. El estímulo de Ron siguió a su descenso.

Deteniéndose momentáneamente para verla volar, Harry no pudo evitar buscar en su cuerpo algún signo de malestar. Madame Pomfrey le había advertido a Ginny que su pierna podría no ser capaz de soportar la tensión del Quidditch. Después de convencer mucho, Ron había permitido a regañadientes que Ginny continuara en su lugar como Cazadora. Hasta ahora, la pelirroja se había dado cuenta de que solo le dolía la rodilla después de un vuelo prolongado. Podía jugar, pero necesitaba un día para que la hinchazón agitada se desvaneciera. También existía el peligro de que los equipos rivales pudieran apuntar a su pierna. Todo lo que podían hacer era esperar y ver si Ginny estaba preparada para el desafío cuando estaba programado su primer partido.

La suerte del Sombrero Seleccionador había determinado que Gryffindor sería el último equipo en tener su primer partido; de hecho, no se llevaría a cabo hasta finales de noviembre.

Harry tiró de su cometa 520 hacia arriba, el sonido de los gritos de sus compañeros de equipo lo seguían mientras empujaba su escoba lo más alto que podía antes de tener que nivelar. El aire estaba frío en sus pulmones y le dificultaba un poco la respiración. Haciendo caso omiso de su aturdimiento, tiró hacia abajo.

Desde su posición, Harry podía ver las torretas de piedra de Hogwarts. A un lado, el Bosque Prohibido se escondía en sombras omnipresentes. Incluso el sol no pudo penetrar el territorio oscuro.

Extrañamente melancólico, Harry se encontró estudiando diferentes rutas que le habían permitido a lo largo de los años varias aventuras que desafiaban a la muerte. Aragog y los de su clase estaban en el West End del bosque. Hermione había dejado a Umbridge cerca del lado sur y en una guarida de Centauros. Nunca había estado seguro de dónde exactamente lo había llevado Hagrid durante su primer año de detención. La Cámara de los Secretos se abrió cerca de Hogsmeade, el bosque había sido rechazado después de milenios de civilización.

El Bosque, como siempre, permanecería Prohibido para sus vecinos humanos. Los Centauros, actuando como Guardianes del Bosque, habían rechazado completamente cualquier alianza con él, pero tuvieron la cortesía de jurar que no se alinearían con nadie más. A pesar de su aparente respeto por Aberforth "el Sabio" Dumbledore, no les agradaban los demás humanos.

Este no era el momento para pensar en eso, se recordó Harry. Tenía que encontrar un soplón.

S

"¡HARRY!" Un chillido, una advertencia, un segundo demasiado tarde.

Un giro brusco a la izquierda fue lo único que lo salvó. Una ola de luz violeta se dirigió hacia él tan rápido que desgarró el aire con un salvaje gemido. Con una sensación de hundimiento, se dio cuenta de que era un objetivo abierto en el aire, una ventaja que sus atacantes estaban usando en toda su extensión.

"¡Tierra!" gritó Ron muy lejos de él.

Otra ola de fuego violeta se encendió hacia él. Moviendo su cuerpo, tiró hacia atrás, el aire tirando de su flequillo cubierto de maleza. Un chillido de bramido fue la única advertencia que tuvo del malvado estallido amarillo de brujería que casi lo atrapa en su resaca. Su escoba se estremeció entre sus palmas, los encantamientos se desestabilizaron a raíz de la magia destructiva.

Tan decidido a evitar el final del camino del cometa amarillo que nunca vio la delgada franja de magia azul hielo dirigiéndose hacia él con la precisión de un asesino. Estaba casi sobre él cuando instó a su Comet 520 a disparar hacia adelante. La colisión lo tiró casi fuera de la escoba. La explosión resultante cuando las ramitas de la escoba explotaron en llamas azules lo sacó de su asiento. A cientos de metros sobre el suelo, Harry se agarró con fuerza a una escoba en llamas.