Nᴇᴡ Fʀɪᴇɴᴅᵗᵏ

«o¹»

Un largo suspiro salió de los rosados labios de Jeon, después de unas horas había acabado con su tarea y se encontraba cansado. Guardo sus hojas y lápices dentro de su mochila dispuesto a descansar.

Tomó su teléfono en sus manos encontrándose con la bandeja de mensajes vacía, no tenía muchos amigos y esto apenas le hablaban ya que tenían otras cosas que hacer.

A veces deseaba tener un amigo con el que pudiera estar horas y horas hablando sin cansarse, un amigo que estuviera para el sin importar que sucediera. Con ese pensamiento sacó una hoja blanca y un lápiz, comenzando a escribir.

"Un amigo..."

Primero necesitaba un nombre para éste. Su vista fue recorriendo su habitación buscando alguna idea hasta que logró visualizar un pequeño peluche viejo que tenía.

-Tate... -murmuró en bajo, tenía una referencia pero aún así le faltaba-

Tae...

Taeh...

Taehyung...

-¡Taehyung! -soltó-

Grandioso, ya tenía el nombre, ahora la apariencia.

Con su lápiz comenzó a dibujar lo primero que se le venía a la mente.

Quería que tuviera el pelo azul ya que era su color favorito, un poco más alto que él solo por que si. Una sonrisa cuadrada que lo haría más bonito. También quería que fuera amable y divertido para que jueguen durante horas.

Después de unos minutos terminó con un lindo chico dibujado en su hoja blanca, una sonrisa de conejito se pinto en sus labios, feliz por su obra.

-¡Jungkook, ven a cenar! -llamó su madre desde la planta baja de su casa, el mencionado dejó lo que estaba haciendo y fue corriendo con su madre-

-Hijo, toma un plato y ve a tu habitación -dijo la femina, el menor abrió sus ojos y boca, su mamá nunca lo dejaba comer en su habitación-. Vi tus calificaciones, anda ve.

Jungkook saltó en su lugar y con emoción fue a su habitación con el plato de comida, sentándose en su cama para ver algo en la televisión. Olvidándose de su dibujo, hasta caer dormido.

𖨆𖨆

-Jungkookie...

-Cinco minutos más...

-Jungkookie~ -se volvió a escuchar junto una caricia en su cabellera-

El mencionado se volteo, sintiendo como su cara quedaba pegada a un pecho. Su ceño se frunció, siempre dormía solo así que comenzó a abrir sus ojos lentamente.

Sus ojos enfocaron un pecho cubierto con una camiseta blanca con una "T" en esta, llevó su vista hacía arriba, encontrándose con un chico peliazul viéndolo con una leve sonrisa mientras dejaba caricias en su cabellera revuelta.

-Buenos días Gguck -habló de nuevo el chico, dejando salir su voz un poco gruesa-

Jungkook salto de su cama rápidamente balbuceando en bajo sin saber que decir ante el desconocido en su cama.

-T-tú...q-que...mi...yo...¡Mam -sus palabras fueron detenidas cuando el desconocido tapo su boca antes de que gritara-

-No grites, tranquilo, tranquilo -habló el desconocido antes de que el pelinegro siguiera-. Puedes lastimar tu garganta -dijo acariciando la cabellera del pálido con su  mano libre-

Jungkook se quedó en shook por esto no sabía cómo reaccionar al respecto. Quería salir corriendo a los brazos de sus mamis y protejerse ahí, pero su cuerpo no reaccionaba.

El peliazul comenzó a retirar su mano lentamente de la boca del contrario, asegurándose de que no comenzará a gritar de la nada.

-Deberías ir a desayunar antes de que tu estómago pida la comida -habló el más alto yendo hacía la cama de Jeon, comenzando a arreglarla con paciencia-

-¿Q-quién eres? -preguntó en bajo Jungkook pegandose a la puerta, buscando con su mano libre la perilla-

El peliazul lo miró unos segundos, regalandole una leve sonrisa antes de responder.

-Soy Kim Taehyung -respondió volviendo su vista a la dirección donde estaba el pelinegro pero éste ya había salido corriendo de la habitación-

Jungkook corrió hasta la habitación de sus madre y se lanzó a la cama, cayendo encima de su madre Rosé, despertandola al instante.

-Mamihayunextrañoenmicuarto -habló rápidamente el pálido aferrándose al delgado cuerpo de su mayor-

-Hijo, toma aire antes de hablar -dijo la rubia pasmado sus brazos por el torso del menor, poniéndolo en su regazo-

-Hay un niño en mi cuarto -murmuró Jungkook en el pecho de su mamá-

La rubia suspiro y aún con su hijo en brazos se levantó, tomando un pequeño cuchillo que había en su estante. Con sumo cuidado se dirigió a la habitación de Jungkook, abrindola lentamente, estaba vacía.

-Hijo, no hay nadie -dijo la rubia dejando un pequeño besito en la cabeza del más bajo -

Jungkook sacó su cabeza y llevó su vista hasta su habitación, y era cierto, estaba vacía.

-Mi amor, solo fue un sueño. Ve a darte una ducha antes de desayunar -habló la mayor bajando a su hijo, éste asintió y sonrió al recibir un beso en su mejilla-

Rosé se fue de la habitación dejando a su hijo solo. Jungkook llevó su mirada de nuevo a su cama encontrándose al peliazul viéndolo con una sonrisa.

-Pero-

-Ve a comer primero, no quiero que te desmayes en la ducha -dijo tranquilo el peliazul caminando hasta los cajones de la habitación-

Con cuidado los abrió y comenzó a sacar ropa, entregándola a Jeon, dejando un pequeño beso en la frente del mismo para salir del cuarto.

Jungkook sintió sus mejillas calentarse, con un pequeña sonrisa se metió a su baño para ducharse, ignorando la orden que le había dado el contrario.

-¡Ai do de seim thin de ai tol yu de ai never di! -comenzó a cantar la canción de Justin con una mala pronunciación pero no es como que le importara mucho-

Mientras que el pelinegro se bañaba, a fuera de la habitación estaba Taehyung escuchando con una sonrisa la mala pronunciación del chico, se le hacía muy lindo aquello.

Se levantó del piso y camino hasta la cocina, encontrándose a la madre de Jeon preparando el desayuno muy animada.

-A Kook no le gusta la sandia -comentó viendo cómo la mayor ponía la fruta en la comida, haciendo una mueca-

Mientras que jugaba con sus dedos esperando al pelinegro, el timbre de la casa sonó repetidas veces. Logrando verse aparecer a Jungkook con el cabello mojado y la ropa arrugada correr hasta la entrada.

-¡Hyung!

(14/10/21)