Omega en venta - TodoBaku [En Hiatus]

Capítulo IXX.

Una vez llegamos a las grandes puertas del bar, Luka habló.

- Seguro que quieres entrar así? -

- Qué más da? - dije abriendo la puerta, viendo al psicópata sentado junto a su hermano.

Los tres miraron en nuestra dirección y me vieron horrorizados, hasta que comenzaron a reír, menos ese bicolor.

- Que carajos tienes puesto Omega? - preguntó el chico de tatuajes.

- Touya! - regañó su padre.

- No es de tu incumbencia - dije sin más.

- Le dije que podía ponerse algo mejor, pero solo se quedó en bata - suspiró Neito - Bien, DramaKing, vámonos de una vez - sentenció Neito tomando la mano de su alfa.

- Una bata? - preguntó el bicolor con una sonrisa.

- Decepcionado? -

- Jamás, incluso así estás hermoso Katsuki -

- Bien, yo me voy Shouto, nos vemos luego en la casa, recuerda tratar bien a tu -

- Padre, claro que voy a tratar bien a mi Omega, no tienes que decírmelo -

- Está bien, Katsuki, me presento, soy Enji Todoroki, el padre de tu Alfa, ahora somos familia así que puedes llamarme por mi nombre, y dime si mi hijo te causa algún disgusto -

- Su hijo me causa disgusto solo con existir, señor - dije a cara de perro, pues tal vez éste amable y gigantesco hombre entraba en razón y se llevaba al psicópata a su casa de una buena vez.

- Es un buen chico, lo dejo en tus manos -

- Pero usted dijo -

- Debo irme, mi esposa me espera en casa, hasta la próxima vez Katsuki, cuida de mi hijo - dijo corriendo a la salida, mientras agitaba su mano como un niño.

Veía a mí única y última oportunidad de escapar saliendo por esa puerta y una vez está se cerró me volteé, mirando los heterocromaticos ojos de ese Alfa.

- Estás disponible? - preguntó acercándose a mí, para tomarme por la cintura.

- Para ti no -

- Por qué eres tan cruel con tu Alfa, Katsuki? Es que acaso no soy suficiente? Dime que es lo que necesitas, dime que quieres y lo haré realidad para ti -

- Quiero que desaparezcas de mí vista, es eso posible? -

- No - sonrió, besando mi frente.

Suspiré, parecía un infante, terco y testarudo.

Ni siquiera me conocía, por qué se aferraba tanto a mí?

Esa mierda de destinados era solo una excusa, es imposible amar a alguien solo por eso.

- Entonces mentiste - reproché.

- Lo hice? -

- Dijiste que me darías lo que yo quisiese, quiero que te vayas -

- Oh... En verdad lo quieres? -

- Si, vete -

- Yo... - el brillo en sus ojos se apagó y una triste expresión se plasmó en su rostro - Bien... Puedo volver mañana? -

Alto.

En verdad iba a irse? -

- Que? Te irás? -

- Es lo que me pediste, no? -

- Tsk... Imbécil, no vas a irte a ningún lado -

- Quieres que me quedé? - otra vez esos brillitos en sus ojos aparecieron, no podía negar que se veía muy lindo siendo tan feliz, por algo tan insignificante - Quieres? -