EUPHORIA [kiribaku]

CAPITULO 3

Hola!! eh vuelto. Prometo actualizar más seguido ahora que estoy libre ;)

***

Las paredes le susurraban cosas obscenas mientras las luces de colores brillantes iluminaban la habitación, cambiando en cuestión de segundos y mareándolo más de una vez. 

Las comparó entre ellas y llegó a una conclusión, su favorita era sin duda alguna la luz violeta, cada que aparecía iluminaba hermosamente al chico bajo él.

Kirishima pensó que esa luz estaba hecha para Bakugou.

—¿Qué haces mirándome como un idiota?—la voz sonó distorsionada en su mente. Como si le estuvieran hablando a través de una pared de agua fina—haz algo, llevamos aquí acostados como media hora.

El pelirrojo comenzó a reír fuertemente sin razón aparente, el sentimiento de felicidad sacudió todos los nervios de su cuerpo. Tal vez Bakugou tenía razón, el problema era que Kirishima había perdido la noción del tiempo desde hace un buen rato.

Ahora solo quería seguir viendo como los colores iluminaban a Bakugou. Haciéndolo parecer algún tipo de ser místico, como una hada o sirena.

—Estoy triste—admitió sin apartar la mirada de los ojos de su novio.

—¿Qué? ¿Por qué demonios estas triste? Estamos a punto de follar bastardo...

—Tu eres tan hermoso Bakugou—lo interrumpió—no entiendo porque sales con alguien como yo...

—Joder, aquí vamos de nuevo—Bakugou respiro profundo y tomó el rostro de Kirishima entre sus manos—¿Cuántas veces tengo que repetirlo para que tu estúpido cerebro de pez lo entienda? Estoy contigo porque te amo, ¿enserio crees que te dejaría meterme la polla si no me gustaras? Si fuera así te hubiera mandado a la mierda desde el principio. Así que no quiero en mi puta vida volver a escucharte hablar así de ti mismo ¿me oíste bastardo?

Las lágrimas de Kirishima comenzaron a caer al escucharlo. Se dio un golpe mental por dejar que sus inseguridades agobiaran a su novio.

—Esta bien Bakugou... lo prometo—Kirishima sonrió y le dio un tierno beso a Bakugou—gracias...

—Muy bien... ahora ¿haremos algo o lo dejamos?—el ceño de Bakugou estaba más fruncido que antes, quería follar desesperadamente y Kirishima no estaba ayudando en absoluto.

Kirishima volvió a reír—Esta bien—dijo para luego dirigir sus labios al pezón derecho de Bakugou, succionándolo como una ventosa humana.

—Ahh joder Kirishima~ —Bakugou luchó contra el impulso de echar la cabeza hacia atrás, sus pezones siempre fueron inexplicablemente sensibles. Miró a Kirishima que lo lamía como si buscara sacarle leche y no pudo evitar burlarse—Oye idiota ngh... ¿Qué eres? ¿un bebé? ¡AHH! mierda...

Lo mordió. El hijo de puta lo mordió.

Kirishima masajeó la protuberancia adolorida con las yemas de sus dedos, Bakugou no pudo suprimir una mueca de dolor—p-perdóname... te lastimé ¿me perdonas?—puso cara de verdadero arrepentimiento—de verdad no fue mi intención, no pude controlar mis dientes.

Podía ver lo duro que estaba Kirishima debajo de su ropa interior. 

—K-Kiri maldita sea... ya mételo.

—¿Meter...? ¿meter qué?

Bakugou siempre fue un hombre con poca paciencia y nadie pudo evitar la forma en como explotó.

—¡TU PENE, MALDITO BASTARDO! ¡METE TU ESTUPIDO PENE EN MI AHORA!—el efecto de la droga le había hecho olvidar a todas las habitaciones llenas de gente muy cerca de ellos.