CAPITULO 4

5.7K 290 484
                                        

No fallecí, estaba de parranda.

***

—Amigo en que nos metiste...

—¿Yo? ¿Quieres que te recuerde quienes fueron los idiotas que empezaron a grabar?

—¡Nosotros no te dijimos que te pusieras como bestia a pelear!

—¡Si! ¡Pero era su deber detenerme como mis amigos! ¡Si lo hubieran hecho no estaría viendo doble... maldición!

—¡Basta chicos! ¡Dejen de discutir!—gritó Kaminari y tomó a Sero de los hombros—amigo lo sentimos... ¿enserio no ves bien? Ven, déjame revisarte—dijo tomando suavemente el rostro de su amigo y acercándolo al suyo—santo cielo, esto no se puede quedar así... Iida te golpeó realmente fuerte.

—¿Debería traer el botiquín de primeros auxilios?—aunque no lo aparentaba mucho, Mina estaba realmente preocupada. ¿Cómo no estarlo después de que Sero se lanzó valientemente a cubrirlos de los golpes para nada suaves de Iida?

—No Mina, quédate cuidando a Sero, yo iré—Kaminari les sonrió y se dispuso a dirigirse hacia el baño, no sin antes darle una pequeña palmada en el hombro a cada uno—ya vuelvo chicos, no discutan—eso fue lo último que dijo antes de desaparecer.

Mina suspiró mirando a su amigo herido apoyarse en la pared con dificultad. Lo ayudó a ponerse cómodo en la silla que habían traído para él y se dispusieron a seguir la orden de Kaminari: no moverse. Debían hacer al menos eso bien.

• • •

—¡Mnh Kiri! ¡Más rápido!

—Ba-Bakugou baja un poco la voz, nos escucharan—Kirishima detuvo sus fuertes embestidas para tomar aire, también quería que su novio se relajara un poco.

—¡¿Ahh?! Qué demonios Kirishima...—Bakugou lo miró sobre el hombro, sus ojos perforaron a través de su cerebro—¡Muévete si no quieres morir!—la amenaza era clara, estaba seguro que de no obedecer lo despellejarían vivo, pero Kirishima nunca fue de los que retrocedían a su palabra.

—No Katsuki, ahora me vas a escuchar,—Kirishima lo tomó por los hombros para voltearlo y colocarlo frente a él —deja que nos relajemos un rato hombre, llevamos haciéndolo sin parar desde que llegamos y ya estoy cansado.

Bakugou se burló de él, risas ásperas escaparon de sus labios. Solo paró cuando vio el tonto rostro de su novio sonrojarse. Kirishima lo decía enserio.

—¿Me estás jodiendo Eijirou?—Bakugou alzó una ceja interrogativamente, pasando una mano por su cabello rubio despeinado—mierda... si estas tan cansado entonces ponte duro, después de todo, tu resistencia aumenta mucho cuando lo estas...

Kirishima no entendió al principio, pero tras ver la mirada maliciosa que Bakugou le dirigió, tragó saliva.

—Sabes que no puedo hacer eso Bakugou... te lastimaría—el sonrojo de Kirishima le hacía competencia a su cabello. No podía creer que Bakugou siguiera insistiendo con lo mismo cada vez que tenían sexo. Si tenía que ser honesto consigo mismo, también lo deseaba, pero la idea de dañar a Bakugou lo hacía replanteárselo.

Y es que no era para menos, Bakugou llevaba pidiéndole que lo penetrara con su quirk activado desde aproximadamente dos semanas. A veces se preguntaba si su chico estaba loco o algo parecido.

Bueno, no es como si andar gritando SHINE a todo el que se le cruzara fuera un signo de sanidad mental. Algo raro debía tener ahí dentro, algo peligroso y muy... muy oscuro.

—Uhg Kiri, estás siendo dramático... no soy una muñeca frágil. Creí que ya lo sabías.

—¡Lo sé! ¡eres el hombre más varonil del planeta!—movió las manos hasta posarlas en los hombros de Bakugou—pero debes entender que esta situación no es fácil... no quiero lastimarte Bakugou, y-yo... la primera vez que lo hicimos no pude controlarlo y... ¿recuerdas?

EUPHORIA [kiribaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora