Capítulo 1

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Me balanceo en la silla del comedor por tercera vez y mi madre me dirige una mirada llena de enojo. Me pongo derecha cuando mi padre entra en la cocina y le agarra del brazo a mi madre. Lo veo gruñir y maldecir mientras va elevando su voz cada vez más, y siento que el pecho se me contrae,pero sigo admirando la situación.

No puedo hacer nada, no tengo fuerzas en mis puños y al ser pequeña tranquilamente él podría hacerme lo peor. De pronto obtengo su atención y bajo la mirada a mi plato de guisantes que ya están pasados de cocción.

_¿No tendrías que estar en la escuela?_ Me pregunta con rabia y muevo mi pierna sin poder controlarlo.

Se avergüenza de mi, de mi condición distinta al resto, no soy fuerte y siempre se burlan de mi en todo lugar al que voy. En sus ojos veo decepción, decepción por no tener a una hija perfecta, creo que por eso se desquita con mi madre como si tuviera alguna clase de culpa.

Meto los guisantes a mi boca y mastico tranquila mientras veo que se acerca hasta donde me encuentro sentada.

Sus brazos son fuertes, usa una musculosa algo vieja y sucia, y el olor a hamburguesas se encuentra impregnado en su piel causándome un asco extremo.

_ ¡Hey tú! te hice una pregunta _ Volvió a decir ya con desespero y me pongo de pie.

_No quiero ir a la escuela, siempre se burlan de mi_ Respondí con angustia y noté su sonrisa, realmente mi padre disfrutaba de como me siento.

_ Pues es obvio que lo hacen, yo no me juntaría con alguien como tú, me daría asco_Entonó burlista y bajé la cabeza dejando mi mirada en mis zapatos gastados y con un pequeño agujero.

_Mathew déjala de molestar, solo tiene ocho años joder, ya tiene suficiente con esos niños en la escuela_ Empezó a decir mi madre y mi padre la hizo callar de una bofetada.

Me asusté y salí corriendo de la casa, olvidé tomar el resto de mi almuerzo y algo con que abrigarme. Sabia que por el cielo gris se vendría una tormenta, pero en este momento solo quiero escapar y estar a salvo.

Me detengo a respirar con dificultad viendo como los niños juegan en el parque, las mamás hablan entre sí con alegría y cada una cuenta con orgullo los logros de sus respectivos hijos, desearía que mis padres se sientan orgullosos de mi.

Camino hacia el columpio y me siento enterrando la punta de mi zapato en la arena sucia mezclada con una colilla de cigarrillo. Me limpio las lagrimas y mis puños se cierran con fuerza recordando lo que sucedió hace un momento, o mejor dicho desde que vine al mundo.

_Hola...¿puedo sentarme contigo?_ Siento preguntar a alguien y levanto la cabeza justo cuando una niña de mi edad se sienta a mi lado, en otro columpio.

Froto mis sudorosas manos en mi pantalón y quito la mirada de su vestido floreado. Puedo notar que diferente es a mi, además hay una mujer que la mira con mucha ternura y felicidad. Supongo que es su madre, ya que no le quita los ojos de encima aun si se encuentra hablando por teléfono.

_No deberías hablar conmigo....todos dicen que soy un bicho raro_ Hablé con algo de vergüenza y noté como su hombro rozó el mío al balancearse en el columpio.

_Me pareces interesante...bueno quiero decir si los demás no se acercan a ti es porque eres mucho mejor que ellos_ Me hablo la niña con los ojos brillosos y me regalo una sonrisa.

De pronto sacó dos caracoles que tenia guardado en una bolsa plástico y me dejo uno sobre la palma de mi mano.

_ Es de la suerte, mi madre siempre me ayuda a juntarlo cuando vamos a la playa, creo que necesitas un poco de suerte.

Sonreí y le limpie el resto de arena húmeda que se encontraba entre los pliegues.

_Gracias, hoy es mi cumpleaños y es un bonito regalo_ Dije con alegría y me puse seria cuando aquella mujer, su madre se acercaba con algo de enojo en su rostro.

_ Sarah no quiero verte cerca de ella...es una vagabunda, solo mira como está vestida_ Comentó entre dientes y la niña me miró algo avergonzada por aquellas palabras.

_ No dejes de sonreír_  Susurró de cerca y su madre la alejó de mi tomándole una mano con fuerza.

 La primera vez que consigo una amiga, me la terminan quitando. Después de todo soy diferente al resto.



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