1. ¡Fácil como Pirozhki ! La gran final de lágrimas. (Parte 1)

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El lugar está casi vacío, iluminado por la luz de la luna que entra a través de las ventanas, y hace frío.

Allí, en medio de aquella pista, una figura baila a solas, acompañada solamente por el sonido de sus patines contra el hielo. Gira, sus pies se despegan del suelo al saltar, aterriza de nuevo.

Nunca deja de sorprenderme.

Desde la primera vez que lo vi patinar, no han cesado las sorpresas.

· · ·

Grand Prix Final de Sochi.

- ...también arrasó en la prueba de patinaje libre.

El público aplaude en cuanto el joven de cabello plateado entra a la pista, acompañado por otros dos patinadores, y sujetando un ramo de flores en la mano, alza los brazos, saludando a la multitud.

- ¡Será la quinta victoria para la leyenda viviente de Rusia: Viktor Nikiforov!

La música de fondo, las cámaras haciendo fotos sin descanso, el joven está acostumbrado a todo aquello. Orgulloso, alza su medalla de oro, sonríe y la besa.

- Nikiforov ya tiene veintisiete años. Dicen que podría retirarse esta temporada, pero su majestuosa actuación acalló todos los rumores.

Alza los brazos una vez más, disfrutando de aquel momento.

- ¿Qué opinas de Yuri Katsuki, clasificado en el Grand Prix por primera vez?

En los pasillos de aquel lugar, sintiendo emociones completamente contrarias a las de Viktor, un joven japonés lee las noticias en su móvil, lejos de los comentarios de los presentadores.

- Bueno, hoy no estuvo al nivel de siempre.

"Patinaje artístico masculino: Katsuki sufre una derrota aplastante".

"Katsuki cae: debe trabajar en sus nervios".

- Yuri, no veas las noticias –dice su entrenador, intentando de alguna forma darle ánimos. – Vámonos.

- Aquí dice: "Katsuki quedó el último, ¿se le acabó la temporada?"

- Yuri...

El joven de gafas alza la mirada, sin saber qué sentir.

¡HOLA! ¡Soy Yuri Katsuki! Soy uno de los mejores patinadores certificados por la FJP, y tengo veintitrés años. Parece mucho, pero quedé último en mi primer Grand Prix Final... ¡Aún no he superado lo ocurrido!

Se levanta, dejando atrás a su entrenador.

Me fui a un centro de entrenamiento en Detroit y no pude llegar a la final. De la presión, tuve atracones de comida, y mi perro falleció: estoy física y mentalmente exhausto.

Avanza por el pasillo, silencioso en comparación con la pista, y entra en el baño. Se mete en uno de los cubículos y echa el pestillo, sentándose en la tapa del inodoro.

...Hoy iba a ser mi gran día.

Aunque en realidad es mi culpa.

- ¿Hola? Mamá, ¿te he despertado? Perdón.

Mira al suelo, sintiéndose culpable por alguna extraña razón, mientras sujeta el móvil cerca de su oreja.

- ¿Estabas viendo la tele? ¿¡Eh!? ¿Una visita pública? ¡No, qué vergüenza!

Sonríe, algo ruborizado, pero pronto vuelve a tener una expresión de derrota, sus ojos inundándose de lágrimas.

- Lo siento. –Su voz tiembla –he metido la pata.

Yuri On Ice - La novelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora