Jungkook estaba recostado en el pasto recién cortado sintiendo la hierba haciéndole cosquillas entre las orejas y desarreglando su cabello debido al viento que se presentaba esporádicamente; el cielo estaba lleno de nubes esponjosas sin forma y estaba en calma, su omega estaba tranquilo. Si era sincero, no tenía idea de dónde estaba pero el lugar le daba paz, había un pequeño cuerpo de agua detrás suyo siguiendo su curso desde las montañas y lo que lucía como un bosque más allá de lo que alcanzaba su vista.
El omega sentía todo extrañamente familiar, pero no le tomó importancia una vez más debido al relajado ambiente del lugar, sin embargo, sí que le daba curiosidad saber qué más podía encontrar. Se levantó y sacudió levemente, su cola enmarañada con pequeñas espinas junto a su cabello; caminó hasta adentrarse en el pequeño bosque que había, los árboles no impidiendo su visión del cielo emborregado de blancas nubes, pese a eso, no muy lejos se podía escuchar el ruido de hojas ser pisadas, conforme se acercaba su nariz picaba por fuerte aroma a canela y toronja que había, a pesar de haber más aromas como el constante aroma a pino (aunque lo atribuía a estar rodeado de árboles) o el amargo del cacao, eran la toronja y la canela los que se infiltraban en sus fosas nasales incitándolo a acercarse.
El joven pelinegro tal vez no tenía un instinto de supervivencia muy desarrollado, pero confiaba en su lobo, si su lobo no presentía peligro entonces él creería eso, por eso cuando lo que se encontró fue un par de lobos de alfa jugueteando entre los árboles se sintió extrañamente enternecido. Ellos no eran peligro. Ambos animales se dieron cuenta de su presencia de forma rápida, el aroma de lavanda, azúcar y fresas era algo que no podían pasar desapercibido.
A Jungkook le daba ternura pensar que ambos fueran alfas, uno de ellos no medía más de 40 centímetros, aún así, teniéndolos oliéndolo lo puso nervioso, ahora sí podía distinguir sus aromas; el pequeño lobo dorado era quien olía a toronja, pino y kiwi mientras el lobo ártico olía a canela, cacao y hierbabuena. Le descolocaba un poco la idea de poder sentir los tres aromas de los tres, pero una vez más ignoró que eso no era demasiado normal, pronto ambos lobos movían sus colas felices mientras jalaban su pantalón para que los siguiera aún más dentro del bosque. Detrás de una piedra estaba un bulto de ropa suponía que era la ropa de ellos, les dio la privacidad de cambiarse, no obstante, no esperaba ver al dúo dinámico de su escuela parado frente a él, ambos chicos de cerca eran muchísimo más guapos a pesar de tener la cara llena de tierra y ellos mismos junto a un montón de ramas y hojas. De repente sintió su boca secarse y el cerebro derretirse hasta llegar a su garganta.
—Entonces, ¿cómo te llamas? — Intentó sonar casual Jimin mientras se quitaba las ramas de la cabeza, Taehyung se reía a su lado mientras sacudía la cabeza descuidadamente, también intentando quitarse lo que se había enredado en sus cabellos.
—Jungkook —. Dijo bajito. Ambos chicos lo intimidaban un poco con su presencia, aunque la punta de su cola se movía tímidamente hacia los lados.
—Un placer, Jungkook, yo soy Jimin —. El chico de cabellos dorados le extendió la mano, extrañando al omega, pero igual la tomó.
—Un placer para mí también, Jungkook, Kim Taehyung, a tus órdenes —. Los ojos del alfa brillaban con curiosidad.
El pelinegro les sonrió a ambos y soltó las manos de su extraño saludo (habían tomado ambas manos haciendo que tuviera que cruzar sus brazos y si otro fuera el momento tal vez se habría reído); ambos chicos entonces le sonrieron en respuesta y caminaron de regreso a donde les había encontrado, aunque aún buscando las manos del más joven.
—¿A dónde vamos? — Preguntó un poco apresurado. Los pasos de los otros dos eran más rápidos, como si conocieran el lugar.
—Al río —. Le contestó Taehyung — El que llegue al último tendrá que entrar al agua —. Soltó de la nada mientras Jimin y Jungkook se detenían de golpe mirándolo, el chico sólo logró reír antes de comenzar a correr, soltando su mano en el proceso, el otro par siguiéndole los talones cuando notaron que lo había dicho en serio.
Jungkook los había visto dos veces contando esta vez, pero se sentía bien al seguir al par de alfas a jugar incluso si sólo conocía sus nombres, lo que no se sintió bien fue haber llegado al final, a pesar de ser terreno vacío de cualquier otra cosa que no fuera de pasto y alguna ocasional flor una vez salían del bosque, tardó demasiado en seguirles el paso; alfas, pensó una vez llegó con la respiración agitada.
—Adelante Jungkook, ahora debes saltar al agua —. Le dijo Taehyung con una pequeña sonrisa satisfecha por haber ganado.
El agua no era profunda, probablemente le llegaba arriba de la cintura, era muy cristalina y no corría con fuerza, sólo seguía su curso, pero las orejas se le agacharon y la cola se le crispó en disgusto al pensar en que debía mojarse.
—Vamos Jungkook, un pequeño chapuzón. Te ayudaremos a salir si quieres —. Jimin lo incitaba también a entrar en el agua mientras sonreía, ambos parados en un tronco que servía de puente para cruzar el río mirando al chico que tenía sus ojos en el agua, les devolvió la mirada y cedió, sólo era agua; entró con todo y ropa, no se iba a desnudar frente a ellos.
—¡Hasta las orejas Jungkook! — Gritó levemente Taehyung feliz de que les siguiera el juego —. El agua te llega arriba del ombligo, eso no es justo —. Entonces el omega sonrió contagiado y se agachó hasta que sintió que el agua estaba a punto de entrar en sus peludas orejas; al sacar la cabeza del agua el cabello le impedía ver.
Escuchó las risas nada disimuladas de sus dos acompañantes y sus orejas sólo se sacudieron —. Ayúdenme a salir, ¡no veo! — dijo medio riendo, medio ofendido, rápidamente escuchó sus pasos por el tronco y se acercó a la orilla, tomando cada uno de ellos una mano diferente. Se sentía electrificado con sólo ese contacto.
Cuando pudo sentarse y quitarse el cabello de la cara los vió sonriéndole una vez más, eran más que un par de alfas lindos. Se acostaron en el pasto observando las nubes que ya estaban bastante disipadas, justo como Jungkook cuando fue consciente de que estaba en ese lugar, no dijeron nada, sólo el sonido de sus colas chocando con la hierba, delatando que estaban alegres por el constante movimiento era lo único que se escuchaba y así, sin notarlo, los tres se durmieron.
Cuando los tres despertaron no estaban en el claro en que habían estado, sino en sus camas, cada uno en su propia habitación igual de confundidos.
El par de alfas se habían mandado un mensaje al mismo tiempo una vez despertaron, el celular delatando que eran las tres de la madrugada. Desde que se habían conocido, Jimin y Taehyung tenían recurrentemente sueños compartidos en ese lugar, pero era la primera vez que alguien más entraba a su pequeña ecuación.
¿Y quién diría que sería el cachorro de ojitos luminosos que los había cautivado un poco a ambos?
Ahora sí llegué temprano, pidan un deseo.
Yo pido pasar mis exámenes ;;u;; y no haberme equivocado al escribir esto porque no lo revisé :p
Gracias por leer y nos vemos mañana.
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Colita feliz [VMK]
RandomKim Taehyung, Park Jimin y Jeon Jungkook se conocen desde sus primeros días en la escuela, donde pasan de ser buenos amigos a una curiosa pero complementaria relación llena de amor. 🐺Drabbles sin orden cronológico 🐾Vminkook 🌓Omegaverse híbrido 🌲...