Capitulo 4: Helados

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Me acabo de despertar, la luz del sol entra por mi ventana, el clima parece agradable y me siento muy motivado.

Me siento en mi cama y reviso mi teléfono, curiosamente tengo un par de mensajes y son de la señorita kobayashi agradeciéndome por cubrirla el dia de ayer, y a la vez disculpándose por las molestias causadas, también adjunto envío una foto de la excursión, se ven muy felices al parecer la pasaron muy bien, eso me hace sentir tranquilo y feliz de haberla ayudado.

Me levanto finalmente de la cama y voy al baño a asearme para posteriormente prepararme el desayuno. Mi cita con Elma de hoy será a las doce del medio dia, quizá debí invitarla a almorzar, pero bien, este día nada se interpondrá en que salga con ella. Me pregunto si ella tambien considerará esta salida como una cita.

Me comí mi desayuno y comencé a asear la casa, posteriormente tomé una ducha y me puse ropa casual, ya casi eran las doce y a pesar que vivimos al lado no quiero llegar tarde, tampoco me podré ropa tan elegante, depues de todo es solo ir por unos helados.
Faltaban ya solo cinco minutos para las doce, así que me dirigí a salir de mi departamento y mi sorpresa fue al abrir la puerta.

Elma se encontraba justo detrás de la puerta, parecía ya tener unos minutos de esperarme, estaba tan cerca de la puerta que casi choco con ella pero por suerte me detuve a tiempo.

—Hola —dijo ella amigablemente—, ¿estas listo? No podía esperar así que vine un poco más temprano.

—O si entiendo —dije con duda—, pero, ¿desde que hora estas esperando aquí?

—Mmm bueno —dijo ella pensativa mientras se llevaba la mano a la barbilla—, creo que hace una hora u hora y media.

—¡¿Que?! —exclamé asustado— ¿por que no tocaste mi puerta? Así te hubiera hecho pasar y no habrías estado tanto tiempo sola aquí afuera.

—No me pareció correcto —dijo ella muy tranquila—, era temprano aun, así que no sabia si estabas ocupado y ko quise molestar. Además no te preocupes estoy acostumbrada a estar sola.

Esas palabras entristecido un poco mi corazón, "¿acostumbrada a estar sola?" esas palabras solo me hacen quererme quedar a su lado para que jamás vuelva a sentirse sola.

Luego de cerrar la puerta de mi departamento me tomé unos segundos para apreciar a Elma, pues en esta ocasión se veía radiante, no es que otras veces no lo sea, solo que esta vez sentía que era para mi. No llevaba sus anteojos, llevaba unos pantalones Jeans y unas zapatillas negras, es adorable ver lo pequeños que son sus pies, y a parte causaba un poco de gracia si camisa azul marino que decía "eat" en el pecho, además sus lindo ojos azules y labios rosados solo hacían latir más y más fuerte mi corazón, su piel parecía tan suave como ceda y emitía un agradable olor a perfume.

—Oye... —me dijo ella algo extrañada— ¿te pasa algo? Llevas unos segundos viéndome, ¿tengo algo en la cara?

—¿Ah? ¿que? No, no, no es nada —me excuse de inmediato—. Solo me percataba de que hoy no llevas tus lentes.

—Oh, si —dijo ella—, cuando no estoy en el trabajo prefiero no usarlos.

Sin tratar de alargar más la platica, ambos bajamos por las escaleras y nos dirigimos hacia el autobús para 8r al centro comercial, el viaje fue algo corto y pudimos hablar un poco acerca de ayer y el trabajo, no hubo mayores problemas en el viaje.

Al fin llegamos y nos dirigimos hacia la tienda, pero antes de llegar un fuerte estruendo me sorprendió, una vez más era el estómago de Elma, me sorprende lo ruidoso que es su estómago, parecía el estómago de un gran animal en lugar del de una chica. Obviamente esto la hizo avergonzarse y agachar la cabeza para evitar que la viera, sus gestos eran tan tiernos que solo me causaban ganas de abrazarla.

Mi Dragona favorita, Elma (Kobayashi-san Chi No Maid Dragon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora