Mi Dragona favorita, Elma (Kobayashi-san Chi No Maid Dragon)

Capitulo 5: Pijamada improvisada

Hola, sí soy yo, Nagasaki. Me encuentro en un dilema en este momento, pues ha pasado algo que parece broma. Delante de mi se encuentra Elma, pidiéndome de favor quedarse a dormir en mi casa por esta noche, por unos segundo no tengo ideas de como reaccionar y solo me quedo paralizado viéndola.

—¿Entonces? —preguntó ella— no quiero causar molestias, pero tampoco quiero quedarme durmiendo afuera o molestar a otras personas que quizá no tengan tiempo o ya estén descansando.

—No, no me mal entiendas —dije yo excusándome— claro que puedes quedarte, no hay problema, solo es que me sorprendió esto, eso es todo.

—¿Seguro que esta bien? —pregunto ella algo preocupada—, no quiero causar problemas o interrumpir tus planes.

Es increíble como se preocupa por mi a pesar de que la que esta en aprietos es ella misma.

—Tranquila —le dije para consolarla—, además ¿que planes podría tener en la noche aparte de dormir?

—Bueno, no se —dudo ella—, no se como se preparan los humanos o que rituales hacen antes de dormir.

Otra vez llamandome humano, es raro pero jamás me ha dado por preguntar eso, quizá si es un ángel caído del cielo y por eso se refiere a los simples mortales como yo de esa manera, es decir, sus ojos son hermoso bajo la luz de la luna y los fotos, su piel parece tan suave como una almohada de plumas y sus labios parecen el cielo, sin hablar de su lindo cabello y cuerpo escultural... espera, krisler ¿que estas pensando? Controlate.

—No te preocupes —le dije— no hay ningún ritual raro ni nada, puedes pasar sin problemas.

—¿De verdad? Gracia —me dijo ella muy animada—, tenía miedo, no quería volver a dormir en las calles.

Ella al fin entró y yo cerré la puerta, la invite a sentarse en el mueble, no sin antes preguntar algo que me incomodaba.

—¿volver? —le pregunte— ¿ya has dormido en la calle antes?

—Bueno, sí —afirmó ella— cuando recién llegue a la ciudad no conocía a nadie y pues tampoco tenía un lugar estable o dinero para pagar uno, así que me aloje unos cuantos dias bajo un puente, el frío del río que pasaba por allí era agradable.

—Oh... —exclamé— debió haber sido duro.

—Pues no fue tan malo como suena —comento ella— no era tan extraño para mi.

Me sentí un poco mal de haber preguntado, así que no seguí con la conversación y me dirigí a la cocina a seguir preparando la cena. De pronto escuche su voz en mi espalda.

—¿Que harás de cena? —me pregunto ella con su boca hecha agua— lo siento por ser tan entrometida, pero es que no he cenado.

—Sí,  lo sé —le dije—, después de todo pasamos todo el día juntos, si yo ko he cenado tu tampoco.

—Eso es verdad —dijo ella entre risas— pero ¿que harás?

—Oh, cierto —le dije un poco apurado—. pues pensaba hacer lasaña ¿te gusta?

—¡Sí! —grito muy feliz— lo he comido pocas veces pero es muy deliciosa, además tu cocinas muy bien así que estoy segura que estará rica.

—Gracias —le dije con una sonrisa.

—Oh, y una cosa más —añadió ella— ¿podría usar tu baño? Me gustaría darme una ducha antes de comer.

—Oh, claro —le respondí— el baño esta al fondo del pasillo en la puerta del lado derecho, allí encontrarás toalla y todo lo necesario para un baño adecuado.