II

9 1 0
                                    

Al inicio de la clase estaba muy feliz pero conforme pasaba el rato solo esperaba una cosa: la hora de salida, ya me había enfadado. El simple hecho de estar pensando en fórmulas y conceptos, se me hacía tedioso, era el primer día, que no se supone que era la presentación?

Cuando se termino la clase que por cierto  se me hizo eterna decidimos ir a la cafetería, lo único que quería era relajarme,  no me gustaban las clases de química, no era mala en ella simplemente que no nos llevábamos bien.

—Ryan, tu entendiste algo? —pregunto—

—Si te soy sincero no, pero supongo que por ser el primer día, pensé que sería presentación o algo así, por lo visto no, pero no te preocupes seguro y poco a poco iremos aprendiendo, relájate

Me pasa un brazo por los hombros, era más alto que yo así que no se le dificultaba absolutamente en nada.

Yo le doy un abrazo, de verdad estaba preocupada pero, el me ayudo, tenia razón, era el primer día seguro todo mejoraría

-Gracias por estar conmigo siempre—le digo mientras lo abrazaba muy fuerte

—No tienes nada de que agradecer pequeña Maddie—dice riendo por lo bajo

—Oye! Ya sabes que odio que me llamen así— Era una broma que teníamos desde hace algunos años, gracias a mi mamá y desde ese día cada que le quería fastidiarme me llamaba así

—Lo se lo sé pequeña Maddie, solo era para que te tranquilizaras

—Pues eso no me tranquiliza— Digo tratando de safarme del abrazo.

-Mejor vallamos a la cafetería, pequeña Maddie

.......

Cuando íbamos llegando me doy cuenta de que se me ha olvidado la mochila, más descuidada no podía ser

—Ryan mi mochila se a quedado en el salón!!!!!

—Ay Maddie no puedes ser tan despistada

—Ya regresó, voy corriendo, aparta una mesa

Me dirigió al salón lo más rápido que puedo, agradeci que el salón no estuviera tan lejos de la cafetería y que lo mochila siguiera ahí.

Cuando salgo del salón trato de apurarme para llegar a la cafetería antes de que dieran el timbre, cuando doy la vuelta, me estampo con un chico que estaba  de espaldas lo que ocasiona que me estampe contra el piso,—¡que te ocurre!—el se voltea rápidamente, era un chico alto no estaba segura de cuanto lo que si es que me superaba por casi una cabeza por lo que  no le causo efecto que chocara con el, ojos café claro con toques de verde, pelo negro, piel clara, se le veía serio, era un chico muy lindo, estaba hablando con otra persona, supongo que era su compañero por lo que alcancé a escuchar chico lindo del cual su nombre es desconocido había sido transferido de una escuela de USA. Se le ve sorprendido y al mismo tiempo algo molesto, todos los del pasillo nos miraban. Había varias chicas molestas, no entiendo por qué, seguramente pensaban lo mismo que yo que era demasiado lindo y el hecho de que yo le halla hecho algo así sea accidental no les hacía gracia.

—Estás bien?—pregunta, su voz se escuchaba un poco molesta pero con un toque de preocupación —Deberías tener más cuidado y ver por donde vas.

—Si, estoy bien, lo siento—digo apenada.

Cuando estoy apunto de levantarme el se agacha rápidamente y recoge mi mochila y me toma de la mano para ayudarme a levantarme. Se veía que era serio pero al menos parecía ser caballeroso.

—¿De verdad estás bien? ¿No te lastimaste?

—Si, estoy bien gracias por ayudarme

Me entrega mi mochila y me apresuro a irme de ahí, me siento muy apenada, escucho que el chico lindo me grita de nuevo que debería tener mas cuidado pero de una forma más amigable que antes, pero estoy tan avergonzada que no le contesto o ni siquiera volteo a verlo.

Te volveré a verDonde viven las historias. Descúbrelo ahora