Juntos por siempre [ShikaNaru]

Capítulo 1

Hola hola!! Ya regresé... Espero que les guste este capítulo.

Transcurrió una semana desde el incidente con aquel chico tirado como costal de papas en la azotea de ese edificio escolar. La verdad no podía culparlo, el fue el que iba distraído por su hambre y hablando de eso... pero claro que por supuesto que desde luego que sí encontró a su presa nuevamente y si, si se lo comió, amén por eso, no paso hambre ese día, Dios sabía que podía ponerse muy odioso si su estómago estaba vacío.

Camino por las calles rumbo al bosque a la orilla de la cuidad, era un lugar hermoso, le recordaba tanto a su hogar, en la época en donde aún era humano.

Esa parte no cambiaba en el, aún disfrutaba de la naturaleza y la tranquilidad que ofrecía si sabías en donde adentrarte. Recorrió lentamente el bosque admirando todo a su alrededor y entonces lo vio ¿Acaso esto era unas broma del destino? ¿Había un ser celestial que gustará de hacerle bromas pesadas? Si era así quería patearle el trasero.

Ahí, a escasos metros de el estaba el costal de papas humano, aquel que por poco le arruina la cena. Llevo una mano a su rostro exasperado y revolvió sus cabellos dorados. Sabía que lo mejor era dar media vuelta e ir por otra dirección. En eso estaba cuando una voz perezosa llamo su atención.

-¿Acaso estás siguiéndome? ¿Eres algún tipo de acosador?- le pregunto el chico aún con los ojos cerrados.

-¡¡Por favooooor!! ¿Quien en su sano juicio va a querer acosarte?-

-Pues tú, claro está- El chico abrió sus ojos como para demostrar su punto

-¡¡Claro que no!! Eres tú el que no deja de aparecer en mi camino- Naruto lo señalaba con su dedo acusador.

-Que ruidoso eres- Se quejo - Yo siempre vengo aqui cada fin de semana y es la primera vez que te veo y ya que parece que me estás siguiendo me presento. Soy Shikamaru Nara, un gusto- el pelinegro llevo ambas manos tras su nuca y se recargo en un árbol observando al rubio frente a el

- Naruto Uzumaki ¿Un gusto?- lado su cabeza a un lado

-¿Me estás preguntando?- La cara de Shikamaru era un poema ¿Que clase de presentación era esa?

-¡¡No!!- Contesto rápidamente tratando de disimular

- Tal vez no me incumbe, pero... deberías tener más cuidado al saltar inhumanamente de un edificio a otro. Nunca sabes quién puede estar observando- Le aconsejo Shikamaru.

Naruto se puso totalmente pálido y una ráfaga de viento desacomodo sus ropas. ¡¡¿Que demonios le acababa de decir el costal de papas?!! Lo había descubierto ¿Pero como? Si el desgraciado se la paso más dormido que despierto en su escaso encuentro anterior. ¡¡Kamiiisamaa por favor!! Naruto necesita ayuda para salir de ese aprieto.

El semblante de Naruto se endureció y unas sombras invadieron su rostro.

- Ya veo, entonces... tendré que matarte- Sentenció.

-No lo creo- Lo corto de tajo el pelinegro descolocando aún más al rubio.

-¡¡¿Pero que te pasa?!! ¿Cómo estás tan seguro? Ni siquiera sabes de lo que soy capaz y lo dices como si me conocieras- En este punto el rubio estaba fuera de sus cabales y muy muy desesperado.

-Si quisieras matarme, desde la primera vez que me viste lo hubieras hecho, incluso ahora podrías ya haberme matado en lugar de estár haciendo tanto drama. Lo que quiere decir que no matas porque si ¿O me equivoco?- Shikamaru seguía muy campante medio recostado en el árbol.

Naruto estaba completamente mudó, debatiéndose internamente si noquear al muchacho y esperar rezando a todos los dioses habidos y por haber que se le borrará la memoria o simplemente correr y desaparecer por siempre de este país. Difícil decisión, pero este lugar le gustaba... Estaba inclinándose por la primera opción.

-¿Que eres?- Shikamaru por fin rompió el debate interno del rubio. El pelinegro debía admitir que si sintió temor en un inicio, un escalofrío recorrió todo su ser cuando observo como ese chico saltaba de un edificio a otro. En esa ocasión se hizo de todo su autocontrol para no salir corriendo, analizo las posibilidades y concluyó que lo mejor era fingir que dormía. Correr no era una opción, aquel chico lo hubiera descubierto, es más, ni siquiera hubiera llegado a las escaleras.

Después descubrió que ese ser era un completo cabeza hueca. ¡¡Por kami, lo había pisado!! Y no conforme con eso se puso a discutir con el. Sumado a eso, su apariencia le pareció encantadora, ojos azules, cabello rubio y piel bronceada. Definitivamente había llamado su interés y es que no se veía en lo más mínimo intimidante, pese a su reciente amenaza.

-No quieres saber- Naruto camino hacia el chico, se detuvo a escaso medio metro de él y tomo asiento en el suelo frente a el. -¿Porque no corres, gritas y entras en pánico?- Le pregunto seriamente.

-¿Quieres que me comporte como una chica?- Lo miro directamente a los ojos -Podría intentarlo si es lo que quieres, pero me da flojera- Shikamaru quitó sus brazos de detrás de su cabeza y se sentó más recto encarando al rubio.

-Jaajajaja, buen punto- Le sonrrió cómplice.

-¿Y bien?- alzando una ceja.

- Lo que te dije es verdad, no quieres saberlo, no al menos que quieras traumatizarte y no quiero llevarte a encerrar al loquero. Bueno hace unos minutos si quería, pero ahora no- Reconoció el rubio.

-Que considerado de tu parte ¿Que te hizo cambiar de opinión?-

-Tú y la manera en la que me hablas. Es la primera vez que alguien que me ha visto hacer cosas increíbles me trata cómo una persona normal- Naruto bajo un poco su mirada y su semblante se entristeció al recordar incidentes anteriores. Incidentes que no terminaron nada bien.

-Ya veo, entonces no insistiré más- El pelinegro le sonrrió comprensivo y Naruto sintió que se desmayaba, era la sonrrisa más bonita y sincera que había visto en su vida. -Tengo que irme o mi madre se pondrá insoportable ¿Te veré de nuevo?- Shikamaru se puso de pie sacudiendo sus ropas y alistándose para partir.

-¡¡Seguro dettebayo!!- Se alegro Naruto. El pelinegro le extendió su mano a modo de despedida y al momento de estrecharla una corriente eléctrica atravesó el cuerpo de ambos.

-Nos vemos después Naruto-

-Nos vemos... Shikamaru-

Y así fue como empezó todo, apartir de ahí las vidas de ambos darían un giro de 180 grados. El rubio se quedó ahí parado viendo alejarse a ese chico flojo pero lindo. Le dió ventaja de 10 minutos aproximadamente y lo siguió. Tenía que saber en dónde vivía, porque no se sentía capaz de mantenerse alejado de él por mucho tiempo.

Lo vio entrar en una bonita casa, se mantuvo en lo alto de un árbol al otro lado de la calle, hasta que desde una ventana lo dividíso, ese era su cuarto al parecer.

Hasta aquí el capítulo 1. Espero que le hayan disfrutado, yo me divertí mucho escribiéndolo.

Ya saben voten, comenten y compartan. Los quiere mushoo su autora loca Erza_Mido.