Era una noche como cualquiera, Cristina se preparaba para ir a trabajar. Al terminar se fue al cuarto de su hijo de doce años para despedirse. Él estaba en el piso jugando con unas bolitas de vidrio.
-Hasta mañana mamá.
-Hasta mañana. Tu hermana ya esta por llegar, antes de eso no le abras a nadie la puerta ¿está bien?
-Esta bien mamá.
-¿Qué debes decir si alguien llega antes que ella?
-Vuelva mas tarde por favor...
-Muy bien. Nos vemos mañana.
La mujer se fue y a la media hora llega Lucia a la casa. Se prepararon algo de comer antes de dormir.
Fue ahí en plena cena cuando golpean la puerta. El pequeño mira a su hermana algo asustado.
-Tomy, lo siento. Debí llegar antes, soy Lucia, ábreme.
El niño miro a su hermana que aun estaba en la mesa.
-¿Lucia? -se atrevió a preguntar esperando que alguna contestara.
-Vuelva mas tarde por favor... -dijo la lucia que lo miraba con ojos asesinos levantándose de la mesa.
Al otro día la mujer encontró la casa totalmente vacía. Dio aviso a la policía de inmediato, pero jamás dieron con sus hijos.
Y comenzó a volverse loca, según algunos. Yo creo que decía la verdad cuando aclaraba saber quien había sido.
Ya han pasado seis años. Ella vendió la casa, pero dicen que aun se escuchan, en esa, y en las casas vecinas, bolitas rodar por el piso o por el techo, y que, de vez en cuando, alguien dice en voz baja "Vuelva mas tarde por favor"
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Relatos de Terror
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