Los Merodeadores: la siguiente generación

¡El es MI HIJO!

... Narra la Escritora...

Aves cantando, ramas crujiendo y hojas chocando entre si gracias al viento mañanero, esos relajantes sonidos invitaban al pequeño niño castaño a quedarse en su cama todo el dia 

Lastima que eso no se cumpliria, pues apenas abrió los ojos y recordó que dia era, saltó fuera de su cama y comenzó a correr a una habitación en particular, apenas estuvo frente a la puerta la empujo sabiendo de sobra que nunca estaba cerrada

-¡Papa, es hoy! ¡Es hoy!- gritaba el niño mientras se subía sobre su padre y brincaba en su estomago sacándole quejidos

Al principio el hombre se hizo el dormido, pero cuando el niño dejó de brincar y se quedo quieto, se levantó de golpe, abrazandolo y comenzando a hacerle cosquillas 

-Parece que alguien se levanto de buen humor, ¿porque Mattie? ¿Que dia es hoy?-

-Mi-Mi cu- cumpleaños, ¡Es micumpleaños papá!- grito el niño mientra se retorcía a causa de las cosquillas

-Así es, ahh, mi niño ya creció- dijo el castaño, mientras abrazaba fuertemente al pequeño 

-Si, si, el pequeño Matt ya es todo un hombre, ¿verdad?- interrumpió un pelinegro mientras entraba a la habitación 

-¡Tío Sirius!- volvió a gritar el niño, ahora corriendo hacia el adulto, quien lo cargo y abrazo 

-Feliz cumpleaños Matt, ahora, me dijo un duendecillo que la tía Anne preparo algo para ti- dijo esto último en un susurro para el pequeño, quien volvió a correr apenas fue devuelto al suelo 

-Es un mini Anne- 

-¿Cómo lo supiste? ¿Por como grita o por como corre?- respondió sarcástico Remus mientras tomaba su bata y entraba a su baño

El niño bajaba felizmente las escaleras de aquella cabaña en medio del bosque, fue a la cocina al escuchar ruidos viniendo de ahí, apenas llegó vio la larga cabellera castaña tan conocida por el 

-¡Tía Anne!, ¡Tía Anne!-

-¡Hola pequeño Diablillo!- le saludo la mujer mientras se agachaba a la altura del niño para abrazarlo 

-El tío Sirius dijo que preparaste algo para mi- dijo con emoción y un gran brillo en sus lindos ojos color miel 

-Oh, ¿enserio? ¿algo como esto?- al decir eso la mujer cargo al pequeño para que pudiera ver el gran pastel de chocolate al que le faltaba el glaseado, pero que logró sacar un chillido de emoción del niño

-No, diablillo, aun no esta listo- interrumpió Sirius mientras se acercaba a su esposa y tomaba al niño, quien se inclinaba hacia el pastel 

El niño era la viva imagen de Remus, pero con toda la personalidad de Anne, claro que había uno que otro detalle que era de su padre, el niño también era aficionado a los libros, era amable y cortés como todo un buen Lupin, inquieto, testarudo y todo un temerario como su tía y el detalle que no podía faltar, amaba con su vida el chocolate, al igual que sus primos tenía su reserva de chocolates y siempre llevaba algunos en los bolsillos de su ropa 

-¿Cuando estara listo?- preguntó el niño 

-No lo sé- le respondió su tío de cabello semilargo 

-¿Ahora?- 

-No-

-¿Ahora?- 

-¿Que tal si mientras esperamos te vamos a vestir? tus primos llegaran pronto- chantajeo el hombre, no quería tener que decir "No" cada cinco segundos que el niño pregunte por el pastel