Capitulo 4 :Niño poseido

107 2 3
                                    

Desee desde el fondo de mi alma que aquello que terminaba de ver no fuera cierto, pero para mi gran decepción si lo era.
Quería desaparecer en ese momento, quería volverme polvo, lo necesitaba. La puerta empezó a abrirse lentamente con un chirrido .. Estaba demasiado asustada y lo que empeze a ver desde ese momento me asusto aun mas. Era un niño, arrastrándose y apoyándose en sus manos y piernas para avanzar . En cada "paso" que daba, dejaba rastros de sangre
Cada vez se acercaba mas a mi . Yo no sabia que hacer, si quedarme ahí como si nada o salir corriendo en el momento oportuno tras esa puerta y que en cualquier momento pasara algo inesperado
a medida que iba acercándose a mí, fui notando algo realmente extraño en él. Solo tenía un ojo, no tenía boca y su rostro estaba totalmente cubierto de cicatrices y de sangre.
Quedé paralizada, no supe reaccionar ante tal suceso,me temblaban las manos, lo cual hizo que se me cayera la farola con la que estaba iluminando, no lo pensé dos veces para recogerla, y en el preciso momento en que lo hice, un cuchillo atravesó la pared donde segundos antes estaba recostada.
Inmediatamente mire a aquel niño que se encontraba al frente mio, y éste, al verme hizo una expresión de furia ,emitió un sonido raro, como si estuviera poseído, en menos de un minuto;ya se encontraba encima mio, se abalanzó contra mi lo que hizo que yo cayera al suelo. De inmediato empeze a gritar aquella frase que nunca se me va a olvidar
-"No me haga nada se lo pido,Al diablo!! Yo ni si quiera se porque estoy aquí, suelteme!"
El niño pronuncio unas palabras, parecían en otro idioma, lo único que le entendi fue una pequeña palabra "Sacramentalsky"
Y al pronunciar esta palabra, cogió una motosierra, fue ahí donde entendí, que esa palabra, seria la ultima que escucharía y que iba a morir.
Mi ultimo día, en manos de un niño poseído, deforme y lleno de sangre.. Con una motosierra apuntándome a todo el cuerpo.
Me tense por completo, estaba fría, sudando, sentí como todos mis objetivos se derribaban en ese segundo
Como mi vida se acababa.

El OrfanatoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora