Me tensé. Todo mi cuerpo pedía a gritos que esto acabara ya.. Eran gritos silenciosos, gritos que difícilmente mi cuerpo podía emitir.
El sonido de la motosierra me retorcía. No podía mas, me sentía supremamente débil, incapaz de defenderme.
Cerré los ojos con tanta fuerza y a la vez tanto deseo, que olvidé mis ganas de vivir.
Si, deseo de no ser nada, no ser nadie. Al fin y al cabo, que sería vida?
Mi respiración estaba agitada, sentía a mi corazón latir desesperadamente.
Hasta que por fin sentí esa motosierra en mi cuerpo.
En ese instante sentí un leve corte en mi cuerpo, escuche la voz de un joven gritando "cuidado"
Inmediatamente abrí los ojos, encontrándome, ya no con aquel monstruo, si no con un joven, cuya belleza me resulta indescriptible.
Extrañada por aquella situación, mire a todos lados desesperadamente. A mi lado derecho se encontraba el niño que me quería matar hacer unos momentos, convulsionando. Estaba derramando un liquido amarillento de textura espesa que indudablemente provenía de una herida, ahí fue cuando me di cuenta que aquel joven atacó con un cuchillo a aquel monstruo.
Observé detalladamente al joven, lo mire como lo haría un ciego observando su entorno por primera vez. Su cara estaba cubierta con unas gotas de sangre, pero no lo suficiente como para esconder un bello rostro.
Sentí unas ganas incesantes de agradecerle
-Estas bien? -preguntó el, con notorio interés
-Lo estoy. -Menti
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El Orfanato
HorrorY de repente ocurre.. Ya nada es lo mismo Despierto en un lugar abandonado y lleno de muchos misterios Pero cuando quiero abandonarlo hay una fuerza que me lo impide, o mas bien, un espíritu.