• Capítulo Unico •

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—Max… —murmuró Yakko entre besos.

—¿hm? —murmuró Max de regreso, moviéndose para besar la mejilla de Yakko y permitirle hablar.

Yakko sonríe por el gesto, ambos llevaban alrededor de cinco minutos sentados en la cama de Max solo besándose. Max ahora estaba repartiendo besos dulces en el rostro de Yakko mientras su otra mano acunaba su mejilla.

Max entonces se movió de regreso a los labios de Yakko con otro beso lento que Yakko no dudo de corresponder cerrando los ojos.

Un rato después Yakko se separó a regañadientes y miró a Max. —¿no deberíamos movernos a lo siguiente? —preguntó en voz baja, como si alzar la voz destruyera la frágil intimidad del momento.

Max sonrió, los ojos a medio párpado. —¿algo impaciente? —bromeó.

Yakko rodó los ojos, sus mejillas poniéndose rosas. —no quisiera que nos atrapen, tonto.

Max no respondió al instante, primero besando de nuevo la mejilla de Yakko, esta vez cerca de la barbilla. —Mi papá llevó a Wakko y Dot al centro comercial, ellos no van a volver pronto.

Yakko tarareó su respuesta, demasiado cómodo con la lluvia de besos. Aun así, como una señal tácita, Max se separó de él y con un jalón sutil lo ayudó a quitarse la camiseta.

Claro que esto no era una decisión apresurada por el momento, esto había sido hablado con antelación, en una de las muchas conversaciones profundas íntimas de la pareja.

Ambos también decidieron que si iban a hacerlo necesitaban planeación e información, por lo que Max siendo el mayor (canónicamente) paso por una farmacia en Burbank para comprar lo que iban a necesitar y ambos preguntaron a la unica pareja de toons gay que no daría vueltas en el asunto o intentaría indagar en lo que sea que estaban tratando de hacer.

Por muy… Gráficos, que fueron los policías independientes (más que todo el conejo Max) les dieron una idea clara de lo que debían hacer y lo que iba a ser.

Una vez fuera, Yakko recibió otro beso antes de que Max se quitara su propia camiseta y los zapatos, mientras Yakko movía sin prisas sus dedos por la hebilla de su pantalón, pero antes de quitárselos, miró sus manos y decidió que los guantes también podían irse, así que se los quitó uno a uno y los dejó en la mesita de noche junto a la cama, Max observo y siguió su ejemplo, dejando los suyos junto a los de Yakko. Unos minutos después, toda la ropa se había ido entre besos y besos perezosos.

Yakko se recostó boca arriba en la cama mientras Max se acomodo entre las piernas de Yakko con las rodillas debajo de sus muslos y se inclinó para hurgar en el bolsillo de su pantalón abandonado a un lado de la cama.

Mientras, Yakko lo observó detenidamente, tal vez era la ropa holgada que Max usaba siempre, o ese rediseño que pidió hace poco para tener dieciocho porque estaba cansado de tener veinte y ser el único de su familia que seguía con una imagen noventera, pero parecía más… ¿robusto? ¿ancho? Yakko no estaba seguro, tal vez era el pelaje que hacía ver su pecho y brazos un poco más gruesos de lo que creyó.

—¿no… falta algo? —preguntó Warner.

Max en ese momento encontró lo que buscaba y miró a Yakko, luego miró en su mano el sobre de lubricante y el condón que había comprado. Miro a Yakko de nuevo. —¿como que?

Yakko desvío su mirada cuando la sonrisa nerviosa tenso sus labios, pero empujó un tono bromista cuando miró a Max de nuevo. —no se, como… ¿mejor ambiente? ¿más calor? Esto es mucho más tranquilo que los videos que vimos.

Max arqueó una ceja, sin perder nada de la serenidad que Yakko empezaba a envidiar. —creí que habíamos acordado que esto no es para nada como esos videos.

Gently Tenderly || Yax +18 ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora