4 ⊰~ Corre ~⊰ IV

1.7K 174 49
                                    

Pov. Arion.

Todos salieron corriendo detrás de Thomas, conforme más nos alejábamos de las instalaciones notaba que estábamos en medio de lo que parecía ser un desierto.

Apenas mis ojos se acostumbraron a la oscuridad, noté que frente a nosotros se encontraba una enorme colina de arena, la cual todos comenzaban a subir corriendo.

— bájame, Alby, ya estoy bien — le pedí, empujándolo un poco para bajarme de su espalda

Mi cuerpo aun se sentía entumido, pero no podía permitir que Alby me llevara a cuestas mientras subía aquella colina.

Alby estaba por negarse, hasta que él mismo no pudo resistir más mi peso y tropezó.

— Alby! — Zart, que no estaba muy lejos de nosotros, se dio cuenta de esto.

Su exclamación llamó la atención de los demás, quienes se acercaron a nosotros.

Me apresuré a bajar de la espalda de Alby, no había más tiempo que perder, ellos no tardarán en venir detrás de nosotros.

Sin embargo, debido a que mi cuerpo seguía entumido, no pude mantenerme de pie y casi caigo, hasta que Thomas me sujetó por la espalda.

— estas bien?! — se veía nervioso

— si.. estoy bien.. — respondí, aunque mis piernas temblaban un poco.

— debemos seguir avanzando! — alertó Chuck

Minho ayudó a Alby, pasando su brazo por sus hombros para ayudarle a avanzar a su cuerpo agotado. Thomas hizo lo mismo conmigo.

Seguimos avanzando apresuradamente.

En un momento, cuando llegamos a la cima de aquella colina, Thomas se giró para observar hacia las instalaciones.

Me gire de igual forma, observando que personas con linternas y cuadrimotos salían dispuestos a encontrarnos

— rápido! hay que apresurarnos! — apresurada Thomas.

Todos aceleraron el paso

— hay que perderlos en la tormenta! — exclamó Alby

Teníamos demasiados factores a nuestro favor. Era de noche y hacía demasiado viento, lo que nos ayudaría a cubrir nuestras huellas.

Corrimos y nos alejamos lo más que pudimos, hasta que nos tomamos un momento para descansar.

Nos acostamos en la cima de otra duna de arena, donde observamos a aquellos que nos buscaban en sus motos con sus lámparas.

Se acercaban a nuestra posición, por lo que Thomas volvió a apresurarnos.

Seguía siendo apoyado por Thomas, por lo que lo relantizaba y agotaba, eso no me gustaba para nada, pero no tenía la fuerza para moverme por mí mismo.

En algún momento, Teresa se adelantó demasiado al grupo. Lo que nos provocó nerviosismo, hasta que noté que Teresa llegó hasta una especie de edificio enterrado en la arena.

Todos llegamos donde Teresa, que estaba observando un cristal roto que podría servirnos como entrada.

— Vamos! — dijo antes de meterse al edificio

— no, espera! — traté de detenerla, no me generaba buena espina ese edificio.

'Porque mi suerte es tan mala?'

Eso me pregunté al momento en que me resbalé y entré rodando a ese edificio.

— A-Arion! — Teresa me ayudó a ponerme de pie — P-perdón — se veía apenada

Por el DesiertoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora