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Jisung se sentía alegre. Volaba entre las nubes de la dicha que le producía estar con Minho. Cómo todos los días, este le dejo en la esquina del pasaje, besandole la cara una y otra vez, besuqueando sus labios y mejillas, haciéndole reír.

-Ya, Lino me tengo que entrar...- dijo.

-Te quiero. -dijo el mayor, tomando su mentón. Jisung sonrió y besó sus labios suavemente.

-Yo también. -dijo. Minho sonrió y lo dejó irse de a poquitito, sin querer soltar sus manos.

-Nos vemos mañana. -dijo el mayor.- Pero uste sae mi rei, cualqer wea yo vengo altiro paca.- dijo. El menor asintió y se encamino a su casa, con una ligera molestia en su pecho.

Ya flaco, dont worry k too esta bn.

Su mamá estaba sentada, con el teléfono en la mano, y la televisión prendida, irradiaba un aura tenebrosa y negativa. Jisung sintió que ese día ya no dormiría en paz.

-Oye pa la otra llega más tempranito.- dijo con el ceño fruncido.

Jisung inhaló hondo.

-Ya.- dijo-

-¿Tu papá te dijo a que hora volvía? - preguntó brusca.

-No, mamá. -dijo. Esta le miró feo y Jisung suspiró.- ¿Ya lo llamó?

-Si, y no me contestó po, ¿Por qué creí que te pregunto? ya, anda a hacer tu pieza porque es bastante el chiquero que teni, andai weon con ese otro cabro culiao, puro que sali con este pendejito y no haci na en esta casa ahora.- dijo molesta. Jisung mordió su labio.- Y no me pongai esas caras de victima Jisung, porque me enferma. Uno no te hace na pa que esti con esa cara culia de mosquita muerta. No quiero que mañana salgai con que vai a irte pa otro lao, te veni derechito pa la casa. Y que si ese flaite culiao va a andarte besuqueando, por ultimo que tenga la decencia de hacerla ma piola porque ya me han dicho toas esas viejas culias que te comi con ese weon en la esquina.- dijo y se sentó, cruzándose de brazos.- No se cuál de los dos me tiene más chata. Ahora soy adivina, que al más grande algo le molesta y nunca me dice, y ahora el más chico nunca me cuenta na, me tengo que enterar por las viejas culias sapas...- Jisung jugó con sus mangas mirando el suelo.

En parte, a pesar de la fea actitud que su mamá estaba tomando, se sentía algo culpable.

-Ya, ahora déjame acá tranquila, porque sino...- dijo enojada tomando el teléfono, mordiéndose el labio.

-¿Quiere que vaya a comprar el pan? - preguntó con cuidado.

-Si.- dijo intentando sonar dura, con un nudo en la garganta. Pero Jisung sabía que tenía que dejarla llorando sola, porque si no se enojaba.

Rió en cuanto estuvo afuera.

Su mamá estaba picada, porque no le contó que está con Minho. Le marcó a su papá, esperando a que contestará.

-Oye... La mamá ta enoja contigo por tonto.- dijo, yendo hacía el negocio.- ¿Dónde estai?

-Ando en el sushi...-dijo su papá. -¿Es porque no le conteste?- preguntó.

-Sip, y porque dice que andas raro.-

-¿Sabi que fecha se viene verdad? - el menor verificó, y abrió sus ojos con sorpresa. -Ahí la kero verla despue. -dijo. -Igual, tu cachai como es... Va andar demasiao chuki hoy día. No te tomi a pecho lo que te diga. -le dijo a su hijo. Jisung asintió.

-Voy a tratar... Pero a veces se va al chancho. -dijo con un suspiro, tomando los panees. -Ya, vuelve luego y por último mándale un mensaje.

[...]

𝗧𝗿𝗲𝗻𝗰𝗶𝘁𝗼 - [Minsung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora