6. La despedida

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Esos ojos azules tan hermosos.

—Lo- lo siento.—Dice Raechell sonrojada.

Trago y digo—Tranquila, solo fue en simple accidente.

Luego de pasar la incomodidad y comer nuestro helado me atrevo a hacerles unas preguntas.

—Oye.

—¿Ehh?

—¿Te puedo hacer algunas preguntas?

—Claro.

—¿Por Qué decidiste ayudarme?

—No se, solo pensé como ser humano a mi no me gustaría haber estado en esa situación y que nadie me diera la oportunidad de ayudarme.

No puedo evitar sentir sentimientos extraños.

—Muchísimas gracias enserió, si no fuera por ti no estuviera aquí, contigo comiendo un helado y conversando. Sin ti no estuviera respirando ni pudiera disfrutar de la vida.

Sonríe y dice—Es bueno saber el que pude hacer una buena acción y haber salvado una vida que probablemente tenga hijos, esposa etc..., No quería negarle la oportunidad a un ser humano al igual que yo que tiene un futuro.

Siento lagrimas en mis ojos pero las contengo.

—Gracias de verdad, no se como agradecerte.

Ella vuelve a sonreír.

—¿Como sabias que compraría papas fritas?

—Emmm... pase cerca de ahí cuando te deje en el hospital y el vendedor nos vio en la banca entonces me las dio a mi y me devolví al hospital para dartelas.

—No tenias que hacer eso por mi.

—Tranquilo,no estaba tan lejos.

—¿Por Qué desapareciste después de ayudarme?

—No se, pensé que te ayude y solamente eso entonces deje las papas con la nota y pensé que no te interesaría contactarte conmigo.

—Ok.

—¿Vamos a los columpio?—Digo mientras la tomo de la mano y sonrio.

—Claro.—Dice mientras suelta una risita.

La tomo de la mano y la arrastro hasta los columpios.  ella se sube a uno y yo al otro y comenzamos a balancearnos rápidamente.

Nos balanceamos más rápido casi al punto de tocar con la parte de arriba mientras nos reímos viéndonos cara a cara.

Luego de un rato bajamos de los columpios ya que tenemos que irnos ya es muy tarde para estar en el parque divirtiéndonos como dos niños con la azúcar por los cielos.

Abrazo a Raechell despidiendonos y llega un fuerte olor a mis fosas nasales, es su perfume y debo admitir huele muy bien.—Adiós Archie.

—Adiós Raechell y antes de irnos te tengo una pregunta.

—Claro.

—¿Te divertiste?

—Muchísimo, es muy divertido estar contigo.—Dice con una sonrisa dulce.

—Me alegra que te hayas divertido.—Digo Sonriendo.

—Adiós.—Grita Raechell alejandose

—Adiós.—Digo alzando una meno en gesto de Adiós.

Subo a el coche de Matthew y lo enciendo. Realmente no sé por qué me siento tan feliz, pero me siento muy feliz; así que paso por el café para pedir un Mocachino. Salgo del coche y recuerdo algo.

Archie. [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora