Capítulo ocho.

8 2 0
                                    

Sentimientos y enfrentamientos.

TN:

Estaba desconcertada, tanto profesores como alumnos estaban atentos ante Harry Potter y yo, TN.
Crucé mirada con el castaño, nuestra confusión era evidente. El sudor comenzaba a brotar por la tensión.

- Bien... Hasta aquí la clase... Vayan... - habló Snape con incertidumbre en sí, su voz seria se alzó y retumbó ante el profundo silencio que se creó - Pueden irse. - Finalizó, él, junto al maestro Lockhart, caminaron hacia la puerta, seguidos de los alumnos.
Malfoy salió, pero su mirada estaba clavada en Harry y en mí, era fácil de descifrar enojo, y la verdad fue lo menos importante para mí, había una decena más de alumnos atentos a cada expresión o respiración que realizaba junto con Harry.

Hermione y Ron se acercaron de inmediato con nosotros.

- ¿Que acaba de suceder? - Preguntó Hermione.
Encogí los hombros dándole a entender que no tenía ni idea.

- ¿Por qué nos miraron? - Susurré hacia Harry. Él no respondió, sólo inclinó

- ¿Cómo hablan eso? - Cuestionó, causó mayor confusión en mí.

- ¿A qué te refieres? -

- "Eso" ¿Cómo hablaron con esa serpiente? - Ron se acercaba de manera agresiva hacia mí, inclinando su cabeza y con sus brazos cruzados. Por inercia me alejé, pero mi mirada estaba estampada en él, de manera negativa, claro.
- Genial, una Slytherin, que habla con serpientes y una GRAN amiga de ese Malfoy. -
Hizo énfasis en Malfoy, mi rostro se arrugó por el enojo, iba hablar, pero Harry me ganó.

- ¿Qué insinuas con TN? - se colocó entre Ron y yo, alejándolo. - Creí que en magos era normal hablar entre animales- expresó con inquietud.

- No, Harry, eso no es normal...- Susurró Hermione, básicamente le dió cuerda a Ron.

- Solo digo que se me hace muy sospechoso que se haya abierto esa maldita cámara por culpa de su llegada. - Ambos fruncieron el ceño, Ron me brindaba miradas de odio, eso me generaba ganas de querer darle un buen golpe. Pero me tenía que contener...

- ¡Ya te dije que no soy yo! - Al fin hablé. - ¿Por qué carajos no me crees? ¿Eh? He hecho todo lo que me han pedido, y aún así no me creen. - aparte a Harry con delicadeza, para volver a enfrentar la mirada del Weasley, quien se comenzaba a tornar de un color similar a su cabello por la molestia.

- ¡Por qué eres una maldita Slytherin! ¡Eres igual que esos idiotas! - Me tomó por los hombros, eso me impacto.
Harry, de inmediato tomó a Ron de su brazo, alejándolo de mí de golpe.

- ¡Ya basta! - Gritó una Hermione completamente enojada. - No puedo creer que se estén comportando como unos inmaduros habiendo cosas más importantes que hacer. ¡RONALD WEASLEY! ella no es el heredero, que tú seas un idiota es muy diferente. - Apunto al pelirrojo con su dedo, dando empujones leves sobre su pecho.

- ¿Realmente crees en ella? ¿Qué acaso se están volviendo locos? - Bufó. Mi sangre ardió, no puedo creer que lo esté soportando.

- ¿Sabes qué? ¡El verdadero cretino aquí eres tú! - ignorando a Mione me posicioné alado de él.
- Yo, criticando a Malfoy por su racismo y estereotipos estúpidos, mientras me juntaba con alguien peor. ¡Merlín! No puedo creer que no creas en mí, pero bien, para tu comodidad, ¡Me largo! -
Terminé por hartarme de sus actitudes hacia mí, alcé de manera descontrolada la voz, y enfurecida salí inmediatamente del lugar.
Detrás dejé un silencio incómodo, y no me importó, supongo que terminé siendo una molestia para alguien.
Mis piernas temblaban, aunque por la adrenalina no se sentía. Mi vista comenzó a ser borrosa por las lágrimas que se comenzaban a acumular en mis ojos, y cálidas gotas saladas brotaron de mi, cayendo sin que hubiese algo que las detuviera. Soltaba leves sollozos mientras corría, mi primer idea fue ir a la torre de astronomía, así que fuí.

Caramelos Amargos. [Draco Malfoy y T/N] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora