Te amo, no te amo.

Día 2: Tomarse de las manos

Dan: Oh mira la hora...

Shana: ¿De quién es la culpa?

Dan:...

•••

Ran mencionó la noche anterior que ese fin de semana se juntaría con una amiga que habían hecho ella y Sonoko durante (sorpresa, sorpresa) un atraco de KID. Shinichi no sabía si reír o llorar cuando también lo arrastra-, lo llevaron al Centro Comercial con ellas. Podía querer mucho a su mejor amiga, pero realmente hubiera preferido mil veces quedarse en la agencia escuchando a Kogoro cantar borracho sobre Yoko Okino, por ejemplo, a tener que seguirla en un día de compras donde Sonoko estaba participando.

Shinichi suspiró largo y tendido. Iba a ser un largo día.

—Ran, ¿por qué trajimos al mocoso? —preguntó Sonoko con ligera molestia.

Shinichi se rio secamente en su mente ante eso. Como si él hubiera querido estar ahí más de lo que ella quería que estuviera.

—Vamos, Sonoko, no será tan malo, ¿sí? Otou-san tenía que salir y no podía quedarse con él —explicó Ran con una leve sonrisa, intentando apaciguar a su amiga.

Sonoko resopló.

—No entiendo por qué no lo dejas solo, no es como si fuera la primera vez que lo estaría o saliera sin ti —amonestó Sonoko.

Ran mantuvo su sonrisa con ligero pesar. Su amiga tenía razón, pero no podía evitar preocuparse por él a pesar de todo, incluso si eso implicaba llevarlo a su salida con sus amigas para mantenerlo vigilado tanto como pudiera. Sabía que Conan podía cuidarse solo la mayor parte del tiempo, pero también solía meterse en problemas aún si él no tenía nada que ver con el asunto, por lo que no podían culparla por ser un poco sobreprotectora con el niño.

Al llegar al punto de encuentro, notaron una joven a lo lejos que parecía estar haciéndoles señas en cuanto los vio. Ran también se dio cuenta y los dirigió hacia ella. Shinichi rápidamente notó su espeluznante parecido con Ran mientras se acercaban, así como al joven malhumorado a su lado. Eh, ¿así que ella también había arrastra- invitado a alguien más?

Al reunirse, las chicas se saludaron con entusiasmo, pero Conan sintió un escalofrío recorrer su espalda al notar que el joven desconocido también compartía inquietantes similitudes con su apariencia si estuviera en su cuerpo adulto. Tenía que ser una broma. ¿A esto se había referido ese estúpido ladrón esa noche?

Y fue cuando Sonoko gritó.

—¡Tú, detective geek, ¿cómo es que estás aquí?!

Ah, maldita sea, también se dio cuenta. Ran parecía miserable y el joven sorprendido por el arrebato.

—Ah, Suzuki-san, creo que lo confundes con alguien más —se interpuso la chica con una sonrisa nerviosa. El chico asintió efusivamente—. Él es mi amigo...

—Kuroba Kaito, mago extraordinario —se presentó con una sonrisa y con una pequeña explosión de humo, una paloma apareció en su mano. Eso pareció calmar a las chicas, aunque su amiga rodó los ojos.

—Lo siento, Kuroba-san —se disculpó Ran con una pequeña sonrisa de disculpa y luego tiró de Conan hacia adelante—. Este es Conan-kun, Nakamori-san.

¿Nakamori? ¿Tenía algún tipo de parentesco con el inspector Nakamori?

—Whoa, el KID Killer ¿verdad? Es un gusto conocerte, soy Aoko —se presentó mientras se agachaba a su altura con entusiasmo.

—¡Mucho gusto, Aoko-neechan! —exclamó Conan alegremente.

En eso, un "pop" sonó a su lado y una pequeña flor azul inundo su vista.

—Hola, niño, ¿quieres ver un truco de magia?

Acabas de hacer el truco, ¿cuál es el punto de preguntar? Pensó Shinichi secamente.

—¿Por qué no se adelantan? Yo cuidare del pequeño mientras ustedes se concentran en los aparadores y esas cosas —sugirió aun sosteniendo la flor que Conan ignoró.

—Kaito, ¿estás seguro...?

—Uhm, no sé si Conan...

—¡Maravilloso! Entonces, lo dejamos a tu cuidado Kuroba-kun —interrumpió Sonoko enérgicamente, a la vez que tomaba las manos de las chicas y las encaminaba.

Shinichi lo fulminó con la mirada.

Kaito se rio y, ya que su critico favorito seguía sin aceptar la rosa, simplemente la guardó; pero antes de seguir, tomó la mano del detective.

—Es peligroso que un niño camine solo, Co-nan-kun~.

Oh, el bastardo.

Sin poder refutarlo en público, Shinichi lo dejó seguir a regañadientes. Más le valía al ladrón no decir ni una palabra esto estaba yendo demasiado rápido para su gusto.

—¿Nada que decir, Tantei-kun?

Oh, claro que tenía muchas cosas que decir, pero no podía, no ahí.

Siguieron a las chicas por todo el Centro Comercial hasta el atardecer y en ningún momento ese estúpido ladrón lo soltó, sino que pasó conversando durante toda la travesía o haciendo trucos de magia para llamar su atención.

Shinichi no quería lidiar con sus sentimientos hoy, solo quería irse a casa y no ver al ladrón por otros 100 años.

Solo había una manera de salir de esto.

—¡Ah! ¡Kaito-niisan, no debes mirar debajo de la falda de Aoko-neechan! ¡Eso está mal! —exclamó Conan con falso reproche, lo suficientemente alto para que las chicas que iban más adelante lo escucharan.

La sonrisa de Kaito se congeló. Shinichi le sonrió angelicalmente.

Sabotaje.

—Ba-Kai-to.

El mago tragó y miró hacia adelante, donde Aoko se había dado vuelta y lo miraba con una sonrisa forzada y un ceño fruncido. Maldijo en su mente al detective.

—Aoko, espera, es un error —intentó excusarse mientras soltaba al niño y retrocedía con una sonrisa nerviosa la misma cantidad de pasos que su mejor amiga avanzaba hacia él.

—Lo hiciste a propósito —se quejó la Suzuki al ver al par de adolescentes correr.

—¿Conan-kun, te sientes bien? Tal vez debiste quedarte en casa después de todo —exclamó con preocupación Ran al ver las mejillas sonrosadas del niño. Siendo verano, ¿el calor le había afectado?

Conan solo cerró los ojos, pero sintió algo en su mano. Al volver a abrirlos notó la pequeña flor azul de antes.

El ladrón se las había arreglado para darle esta cosa, eh.

Ran siguió mirando confundida al niño y Sonoko no dejaba de lanzarle miradas sospechosas, más aún cuando el pequeño mocoso seguía girando la flor en sus manos con tímida fascinación. 

•••

Dan: Bueno, llegamos al día dos, considero que es hora de rendirnos.

Shana: Apoyo la moción.

Dan:...

Shana:...

*c van a escribir los siguientes días*

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