Día 3: Bajo la lluvia

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El proceso de escritura fue más o menos así:

Shana: ¿Es malo que lea esta indicación y piense en algo triste? JAHJDJASD

Dan: Se supone que es Fluff...

Shan: Lo siento, JAJAJAJAJAJA.

Dan: ¡Cosas lindas, piensa cosas lindas o no iremos a ningún lado!

Shana: Lo intento, pero solo me viene drama y angustia, jajajaja.

Dan: 7.7 Regla no. 1, NO ANGUSTIA. Cero, finito jsjsdksj.

Shana: WHY NOOO?! JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA

Dan: Porque es FluffTober, FLUFFFF.

Después, Dan se encargó de escribir la base del capítulo, porque Iry solo escribía angustia, pero de alguna manera lo logró al final.

•••

Era un mal momento para que la lluvia comenzara, pero para Shinichi era un alivio de cierta manera. Temprano en el día había sido arrastrado por los niños a un partido de futbol y, aunque no le disgustara jugar con ellos, estaba cansado. Entre los casos, los niños y estúpidos ladrones que hacían cosas que no deberían, Shinichi sentía que se merecía un día en casa sin nada de qué preocuparse, así que la lluvia fue bienvenida ese día como su salvadora.

En vista de la mala apariencia de las nubes y la caída de las primeras gotas, los niños desistieron de esperar a que mejorara el clima, por lo que cada uno partió por su lado echando a correr cuando comenzó una ligera llovizna.

No pasó mucho tiempo antes de que la precipitación se intensificara y Shinichi estuviera corriendo bajo la lluvia completamente empapado. Sin embargo, no le dio mucha importancia, ya que había estado en situaciones extremas bajo climas peores; y esa podría ser una razón por la que no podía entender la fascinación de algunas personas por correr bajo la lluvia solo por el placer de hacerlo.

Tal vez de niño lo hizo, pero no podría estar seguro, puesto que solo seguía a Ran la mitad del tiempo.

Se detuvo un momento para tomarse un respiro y descansar. Por suerte solo era la mitad de la tarde, por lo que Shinichi no tenía que preocuparse de que lo regañaran por llegar tan tarde, pero no estaba seguro de que Ran dejaría pasar su ropa mojada.
Suspiró sonoramente y alzó la vista hacia el cielo cubierto de nubes, cerrando los ojos. Se quedo ahí, en silencio, mientras las gotas de agua golpeaban su rostro y fingía que el tiempo se detenía solo por unos segundos. De alguna manera, estando bajo la lluvia todo parecía mucho más tranquilo e inconscientemente esbozó una tenue sonrisa.

De repente, la lluvia dejó de pegarle en la cara.
Shinichi abrió los ojos de golpe. Ojos índigos lo miraban desde arriba.

—No deberías permanecer demasiado tiempo bajo este clima, Tantei-kun —dijo el ladrón con voz y ojos suaves—, podrías enfermarte.
Shinichi lo observó en silencio por un segundo y luego bajo su cabeza para mirar hacia el frente. El ladrón estaba detrás de él y se había inclinado un poco hacia adelante para hablarle, sosteniendo el paraguas sobre los dos.

—¿Qué haces aquí? —preguntó Shinichi con la misma suavidad con la que el ladrón le había hablado. Tal vez era el sonido de la lluvia o el sentimiento de serenidad que aún persistía en su interior, pero no quería intervenir el ambiente que se había asentado entre los dos con comentarios mordaces.

—¿Me creerías si te dijera que solo pasaba por aquí? —preguntó KID en cambio, probablemente con una sonrisa.

Shinichi se rio con ligereza y finalmente se dio la vuelta. Efectivamente, el ladrón tenía una sonrisa altiva en la cara y el detective no tenía más que ganas de patearlo, pero en cuanto surgió el pensamiento, lo desecho. Solo por hoy, se dijo, solo por hoy seguiría el juego del estúpido ladrón.

—Te has vuelto realmente en un dolor de cabeza recientemente, ¿sabías? —comentó Shinichi casualmente, mientras que, en un acuerdo silencioso, KID se colocaba a su lado y comenzaban a caminar.

—Sería terriblemente decepcionante si fuera menos que eso —dijo él con seriedad, pero cuando Shinichi lo miró, pudo notar la diversión en sus ojos.

Esta vez, Shinichi no se contuvo y lo pateo. Fuerte.

O lo intentó. KID lo esquivó levantando su pierna y moviéndola fuera de su alcance, sin siquiera mover el paraguas fuera de sus cabezas. Shinichi desistió rápidamente y rodo los ojos ante la sonrisa del otro.

—Eres una plaga —declaró y continuó su camino. KID pisándole los talones, mientras jadeaba con fuerza. Ni siquiera con ese movimiento la lluvia lo volvió a tocar.

—¡Retira eso, detective! —exclamó el ladrón ofendido, pero Shinichi solo puso los ojos en blanco ante el teatro—. Soy la persona más maravillosa que podrías tener en tu vida.

—La más molesta querrás decir —corrigió con indiferencia, ignorando las quejas indignadas de KID mientras ocultaba la pequeña sonrisa que sus labios habían formado.

Y tal vez el hecho de que KID mantuviera el paraguas sobre él todo el camino hacia la agencia mientras discutían, evitando que la lluvia lo mojara a pesar de que ya estaba empapado de pies a cabeza, llenó a Shinichi de una calidez que mantendría siempre cerca de su corazón, al igual que el recuerdo de ese efímero momento sin mascaras ni pretensiones.

Por un momento, solo eran ellos dos en un tranquilo día lluvioso.

•••

Shana: …Sorpresivamente, este fue el capítulo más fácil de escribir.

Dan: Sí… Entonces, ¿nos quedamos sin capítulos de reserva?

Shana: Nos quedamos sin capítulos de reserva.

Dan: ...

Shana: Maldita sea.

Dan: Hay que fingir nuestra muerte.

Shana: ...No me hagas considerarlo.

Te amo, no te amo. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora